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Castro anuncia que tomará medidas que significarán la vuelta de algunos privilegios a Cuba

El presidente cubano, Fidel Castro, reconoció ayer en público que la situación de su país es extremadamente crítica y que los habitantes de la isla están pasando "grandes sufrimientos". Castro admitió que es necesario tomar una serie de medidas económicas -la despenalización del dólar y la autorización para que los cubanos puedan recibir dinero de Miami y del extranjero que signiricarán la vuelta a Cuba de algunos de los privilegios combatidos sin respiro hasta ahora por el régimen de La Habana.El líder comunista admitió que medidas como legalizar la posesión de dólares y otras similares, que se verá obligado a tomar para sobrevivir, "tendrán un coste político, con unas consecuencias mayores o menores en función de la capacidad para explicárselas al pueblo".

Con la voz entrecortada, el líder cubano habló ante más de 100 representantes de partidos políticos de izquierda latinoamericana, integrantes del Foro de Sao Paulo, y dijo que Cuba ahora "no trata de perfeccionar el socialismo, sino de sobrevivir y salvar la Revolución" y lo que se pueda de los "grandes logros" de su proyecto, sobre todo la salud y la educación.

Vestido con uniforme de campaña, Castro inició una nueva guerra en su país cuando faltan pocas horas para que se celebre el 400 aniversario del Asalto al Cuartel Moncada. En esta ocasión, a diferencia del 26 de julio de 1953, fecha que marcó el inicio de la lucha armada que le llevó al poder, el presidente cubano no trata de construir una revolución ni de ahondar en el socialismo. Cuarenta años después de pegar el primer tiro revolucionario, Fidel Castro sólo pretende salvar lo que pueda de la utopía cubana.

El presidente cubano quiso dejar claro que con las nuevas medidas de liberalización económica no se propone iniciar una reforma como la perestroika llevada a cabo por Mijafl Gorbachov. "Con la famosa perestroika nos dijeron que lo que iban a hacer era perfeccionar el socialismo y lo que hicieron fue destruirlo", enfatizó Castro, señalando que es muy diferente lo que se hace para "perfeccionar el socialismo" que lo que hay que realizar para "sobrevivir". Según el presidente cubano, quien dijo que nunca había sido estalinista, los revolucionarios cubanos "no estamos dispuestos a sacrificar uno sólo de los principios para que nos salven la vida". Por el contrario, consideró que no era lo mismo terier principios que ser dogmáticos. "Nosotros no somos dogmáticos", dijo, al justificar las reformas que se pondrán en marcha próximamente.

El líder de la revolución cubana, quien mañana pronunciará su tradicional discurso del 26 de julio, afirmó: "No podemos olvidarnos ni un minuto que desde que se derrumbó el socialismo en Europa del Este y se desintegró la URSS estamos luchando solos".

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