Fallece a los 93 años el director Jean Negulesco

El cineasta estadounidense Jean Negulesco falleció el domingo en Marbella -donde residía desde 1969-, a los 93 años, a consecuencia de una insuficiencia cardiaca, según informó ayer un portavoz familiar. Mañana será enterrado en el cementerio de la localidad malagueña. "Vivo muy feliz en Marbella", había dicho, "tengo tiempo para todo".Jean Negulesco nació en Craiova (Rumania). Su padre le envió a París con la esperanza de que estudiara Políticas, aunque la I Guerra Mundial le obligó a volver a su patria. Pero la magia de la Ville Lumière le había convencido de que debía ser pintor, y con la paz regresó a orillas del Sena. Frecuentó a artistas como Man Ray, Giacometti, Tristan Tzara, Isadora Duncan, Modigliani o Brancusi y, mucho tiempo después recordaría que ellos le enseñaron que el día en que olvidase que era un niño, estaría muerto. Cambió la pintura por el cine y París por Hoolywood. "Descubrí que el cine englobaba las otras artes", decía, "aunque nunca dejé de tener una mirada de pintor".

"En la última época", declaró hace un par de años, "vi que los estudios cambiaban en un sentido que no me interesaba, y decidí escribir más que rodar. Antes se empleaba el cine para contar una historia. con grandes seres humanos encarnados por los actores. Hoy la industria piensa sólo en ganar dinero. El talento queda muy malparado". Hasta el último momento ha tenido entre sus manos algunos libros, y entre sus planes figuraba volver al cine, tras una ausencia de 25 años, con un filme sobre la construcción del Canal de Panamá.

En Hollywood -como otro dos compatriotas, Edward G. Robinson y John Houseman- se enfrentó a todos los géneros, con una treintena de títulos a lo largo de cuatro década Empezó como ayudante de Frank Borzage en una película antimilitarista, Adiós a las armas (1932). Tras su primer éxito con Humoresque, en 1948 hace Belinda, un drama para el que quiso contar con Marlon Brando, pero en la productora le dijeron que actor no vocalizaba.

Géneros

Cultivó el melodrama exótico en Las lluvias de Ranchipur; la comedia en Cómo casarse con un millonario, con Marilyn Monroe, o Creemos en el amor; el filme de espionaje en La máscara de Dimitrios, sobre la novela de Eric Ambler; el musical en Papaíto piernas largas; el género catastrófico en El hundimiendo del 'Titanic', o el thriller en Nadie vive eternamente, con John Gardfield.Con todo, Jean Negulesco pasara a la historia por su toque personal, identificable en estilizadas comedias a la europea, generalmente protagonizadas por mujeres: ahí quedan sus colaboraciones con Marilyn Monroe, Joan Crawford, Betty Grable, Bette Davis, Lauren Bacall o Barbara Stanwyck, y las razones que él esgrimía de la mayor vistosidad de las chicas. "Me gustaría ser recordado como un buen director de actrices. Son muy intuitivas y nunca tuve problemas con ellas. Siempre me he enamorado de mis actores y, por supuesto, de mis actrices".

Se le tenía en Hollywood por el director mejor vestido, y un informe llegó a contabilizar su equipo: 69 pares de pantalones deportivos, 53 chaquetas, 50 corbatas y tres docenas de sombreros. Solía posar con un sombrero tejano. "Así me pongo un tejado", bromeaba, "y no se ve que soy calvo". Nunca dejó de reconocer que le encantaba "el lujo y vivir bien".

Negulesco recibió un homenaje en 1990 del Festival de Cine de Barcelona, y en 1991 estuvo en Madrid para inaugurar un ciclo de Filmoteca Española sobre su obra.