Cantaores con personalidad

Gabriel Moreno y María Vargas son cantaores con personalidad propia, lo que hoy no abunda demasiado; los jóvenes cantaores escuchan los discos, Camarón les seduce y casi todos salen cantando igual.Pero Gabriel Moreno es ya un cantaor muy curtido, tiene su propio eco, inconfundible, y se atiene a él sin incurrir en veleidades improcedentes. Lo dijo en respuesta a alguien que le pidió una por Camarón: que Camarón fue un genio, y como todos los genios, inimitable. Moreno canta a su aire, que es el de la delicadeza, el del buen gusto, y en esa línea es un maestro también inimitable. Tuvo a su lado un guitarrista que le va a la medida, Carlos Pardo, y estuvo discretamente bien, pues tampoco el ambiente daba para más.

María Vargas basa su personalidad en el conocimiento profundo de los cantes de su tierra, Sanlúcar de Barrameda, y en una voz brillante, de hermoso timbre y con un eco cálido y flamenquísimo. Es cantaora de amplios recursos, que siempre canta bien y en esta ocasión lo demostró de nuevo. Colaboró eficazmente un joven guitarrista que desde hace tiempo es su acompañante habitual, Manuel Palacín. Óscar Luis Herrero hizo tres toques en concierto con jondura y excelente ejecución, como en él es habitual.