Felipe González advierte en Fidel Castro una reconsideración de su actitud numantina
El presidente del Gobierno español, Felipe González, declaró que no cree que el dirigente cubano Fidel Castro tenga "una idea globaI de cómo conducir el proceso [económico y político nacional] a una situación distinta", aunque piensa que está "abierto a una discusion". González expresó esta opinión durante la rueda de prensa, con periodistas en su mayoría de medios españoles, que puso f1n a su actividad en Salvador, capital del Estado brasileño de Bahía. Considera el presidente del Gobierno español que se advierte en Castro una reconsideración de la actitud numantina que el líder cubano mostró en marzo de 1990, con ocasión de la toma de posesión del presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello, hoy destituido por corrupción.
En aquella, ocasión, en la Embajada de España en Brasilia, González y el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, -también destituido por corrupción-, intentaron influir sobre Castro para conseguir una democratización de Cuba, pero sin resultados.Tras el fracaso de la entrevista entre González, Pérez y Castro en Brasilia, el líder cubano recorrió varias ciudades de Brasil y pronunciaba por doquier el numantino y necrófilo grito de ¡Socialismo o muerte!".
En la reunión con periodistas del viernes por la noche (madrugada del sábado en España) en Salvador, Felipe González se resistió un poco a convertirse en portavoz o intérprete del pensamiento o las actitudes de su interlocutor cubano. No obstante, declaró que advirtió en Fidel Castro un "mayor grado de flexibilidad para comprender la necesidad de introducir cambios en el sistema productivo y de aceptar que llevan aparejados cambios desde el punto de vista político".
Evolución pacífica
Destacó González la existencia de una mayor capacidad de diálogo en Castro, como se advirtió en la entrevista que mantuvieron el jueves por la noche y que duró casi dos horas. Esta conversación no fue posible en la II Cumbre Iberoamericana, celebrada en Madrid. hace un año. Castro visitó España, pero se marchó de forma abrupta desde Galicia sin haberse entrevistado con el presidente de Gobierno español.
Expresó González que cree en los procesos de evolución pacíficos y no en los cambios violentos. Por eso considera que "sería muy bueno que Cuba se vaya incorporando a la corriente latinoamericana", con diversidad de Gobiernos conservadores o progresistas, pero que permiten las reglas del juego democrático.
Sobre el tema del embargo comercial contra Cuba por parte de Estados Unidos, que González llama "bloqueo", expresó que el documento final de la cumbre trata la cuestión con delicadeza, porque no todos los países se habrían puesto de acuerdo en una formulación más contundente. El texto no menciona la palabra embargo ni Cuba o Estados Unidos, y se refiere a "la necesidad de eliminar la aplicación unilateral con fines políticos de medidas de carácter económico y comercial".
Declaró el presidente del Gobierno español: "Sigo estando en contra del bloqueo. No me parece un buen procedimiento, pero le dije [a Fidel Castro], y lo repito siempre que tengo ocasión, que eso no explica la situación económica, sino el fracaso del sistema basado en algo que no funciona".
Para apoyar su argumentación sobre el fracaso del sistema de economía controlada por el Estado, González había dicho a Castro en su entrevista que "quien siembra lechugas por su cuenta en su propiedad o en arrendamiento produce más lechugas que el que las cultiva por cuenta del Estado. ¡Qué le vamos a hacer!". Felipe González dijo a los periodistas que esto ya no debería ni discutirse, porque la historia lo ha demostrado ampliamente. En la entrevista con Castro, el dirigente cubano reconoció a González que él mismo consigue mejores hortalizas con su cultivo personal que las cooperativas estatales.
El presidente boliviano, que entrega el mando el próximo 6 de agosto, pidió la palabra fuera del programa para despedirse de sus homólogos. Paz esbozó un intento de pedir a Castro una democratización de Cuba, pero utilizó tantos rodeos y circunloquios, que sus palabras resultaron comprensibles sólo para avezados en la política.
Según González, Castro entendio perfectamente a Jaime Paz. "Castro es plenamente consciente de que toda la comunidad iberoamericana desearía que hubiera una evolución económica y política que permitiera la homologación de Cuba con otros países", afirmó González.
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