Cuatro muertos tras un atentado palestino en el centro de Jerusalén
Cuatro muertos, dos palestinos y dos mujeres israelíes, es el saldo provisional de un atentado ocurrido ayer en Jerusalén, a pocos metros del cuartel general de la policía. Dos palestinos abrieron fuego con un fusil de asalto en el interior de un autobús, hiriendo a una mujer, que murió horas más tarde, y alcanzando a dos personas más, entre ellas el chófer, que consiguió frenar mientras abría las puertas del autobús. Su sangre fría permitió que los pasajeros pudieran huir.
Los dos autores del atentado lograron primero escapar, pero la policía estableció controles en todas las salidas de la ciudad tras ser alertada con gran rapidez por un taxista que fue testigo de los hechos. Los dos jóvenes palestinos se dieron a la fuga en un vehículo robado. En el interior, una mujer israelí de unos treinta años fue obligada a conducir. El coche fue interceptado más tarde en un control de los guardias fronterizos."Ví llegar al Renault, con una mujer al volante", dijo presa de una gran excitación uno de los guardias. "`Al lado de ella había un chico que no parecía en absoluto un terrorista". Pero lo era. Lanzó una granada por la ventana pero ésta no explotó. La mujer intentó llamar la atención de los policías y recibió una ráfaga en las piernas. En el fuego cruzado que se produjo después murieron los dos palestinos y la mujer. El coche se incendió. Todavía no se sabe si la joven israelí murió a causa de las balas palestinas o a causa de los disparos israelíes. El Gobierno culpó del atentado al movimiento integrista Hamas.
Este atentado en Jerusalén se produce en un momento en que las negociaciones entre israelíes y palestinos en Washington tropiezan constantemente con la espinosa cuestión del futuro estatus de la ciudad de Jerusalén. Ni las propuestas estadounidenses han logrado desbloquear el asunto.
La décima ronda de negociaciones acaba de concluir sin que los israelíes y los palestinos hayan conseguido ponerse de acuerdo sobre la famosa "declaración de principios". Un contraproyecto norteamericano ha sido remitido recientemente a las dos partes. Aunque por ahora no se haya producido ninguna respuesta formal, israelíes y palestinos ya han manifestado su descontento por los planteamientos norteamericanos. La semana próxima se espera la llegada a Jerusalén del coordinador norteamericano de las negociaciones de paz, Dennis Ross, que intentará acercar las posturas.
El atentado de Jerusalén demuestra hasta qué punto las medidas de acordonamiento de los territorios ocupados no pueden garantizar la seguridad de los israelíes. Jerusalén, considerada por el Gobierno una ciudad unida bajo soberanía israelí, ha sido separada de la región interior de Cisjordania. Esto no ha impedido que se produzca este atentado, ya que en Jerusalén-Este viven cerca de 170.000 palestinos que no aceptan ni la soberanía israelí ni el hecho de estar separados de los otros palestinos.
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