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Entrevista:

"La ampliación de la CE forzará su reforma institucional"

Nada mejor que un europeísta para tranquilizar a los socios comunitarios sobre las intenciones del nuevo Gobierno francés de centro-derecha. Ese es Alain Lamassoure, nacido en Pau hace 49 años, que desde marzo es ministro francés para Asuntos Europeos.

Los socios de Francia temen que use su presidencia del Grupo de Schengen para retractarse del sí que dio Lamassoure, anteayer, en Madrid, a un importante acuerdo sobre libre circulación de personas, a partir de diciembre, en la mitad de la CE.El ministro se esfuerza en apaciguar estos temores pero insiste en que "sólo se podrá alcanzar el objetivo político del 1 de diciembre que nos hemos fijado si se reunen todas las condiciones previas que hemos definido". Algunas condiciones "se cumplen satisfactoriamente" pero, añade, "quedan progresos por realizar en tres ámbitos: la puesta en funcionamiento de un banco de datos policial común; el reforzamiento de los controles en las fronteras externas del Grupo y una mayor coordinación en la lucha contra el tráfico de drogas". "Nos hemos dado una cita en octubre para comprobar que se dan estos requisitos", dice Lamassoure al asegurar que "Francia hará lo posible para que así sea."

Pregunta. ¿Ha dejado de funcionar el eje franco-alemán?

Respuesta. No se puede afirmar que la relación franco-alemana sea ahora menos fluida que antes. Ambas partes tenemos la convicción de que el progreso de Europa esta supeditado a nuestra estrecha relación. Esto no obsta para que tengamos, frecuentemente, puntos de vista divergentes como sucedió con el GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles). Siempre tenemos, sin embargo, la voluntad de superarlos.

P. ¿Son aún válidos el calendario y los criterios de convergencia para acceder a la última etapa de la unión monetaria?

R. Es cierto que fueron concebidos cuando nadie se imaginaba que viviríamos una recesión como la actual, sin precedentes desde 1945. Aún así, el objetivo de la convergencia sigue siendo fundamental. Lo es hasta tal punto que el Gobierno francés está haciendo aprobar por su Parlamento una ley quinquenal que restablezca las finanzas públicas para reducir nuestro déficit a un nivel compatible con Maastricht. Veremos cuál es la política del nuevo Gobierno español. En regla general, los Estados comunitarios siguen caminos semejantes. Es bastante impresionante.

P. ¿Por qué ha vuelto Francia, en vísperas de la cumbre comunitaria de Copenhague, a defender la preferencia para los productos comunitarios?

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R. EE UU aplica la preferencia americana y Japón hace otro tanto. Va siendo hora de que los europeos hagan lo mismo. Sobre esto hay un profundo acuerdo entre Francia, Alemania y España. Hemos convertido a Europa en un gran mercado pero sin vertiente exterior, muy abierto hacia el exterior. Construimos Europa no sólo para convertirla en un gran mercado, sino para hacer de ella una política y económica que defienda los valores de los que somos depositarios en materia de derechos humanos, democracia. y prestaciones sociales. En lo concerniente a las relaciones comerciales, es necesario una cierta protección de las empresas europeas frente a nuestros competidores pero sin caer en el proteccionismo. Es imprescindible que, cuando las empresas juegan en casa no tengan la impresión de hacerlo en campo ajeno.

P. ¿Puede ampliarse la CE a los cuatro países con los que negocia y seguir funcionando con las mismas instituciones?

R. La cumbre de Copenhague contestó a ello. Se fija el objetivo de efectuar la ampliación el 1 de enero de 1995 y la conferencia intergubernamental [de reforma institucional] está prevista para 1996. Al negociar los tratados de adhesión no se podrá, sin embargo, dejar de lado el problema del buen funcionamiento de las instituciones. Este análisis lo comparten los grandes Estados de la CE y alguno de los pequeños. Las actuales instituciones fueron concebidas en 1957 para gestionar un mero acuerdo comercial entre seis países. Está claro que les cuesta hacer funcionar correctamente a la CE. ¿Debe ahondarse la Comunidad en una dirección más federal o más intergubernamental? En Francia nuestras ideas no están claras.

P. ¿Se acercaron Francia y España en la cumbre de Copenhague al canciller alemán Helmut Kohl que defiende el levantamiento

del embargo armamentístico a Bosnia?

R. No, más bien todo lo contrario. Se secundó a Francia y se otorgó la prioridad a la puesta en práctica de las zonas de seguridad! para musulmanes en Bosnia comprometiéndonos a reforzar nuestra ayuda en hombres o medios financieros. Francia enviará a mil hombres más. Esperamos que nuestros socios sigan el ejemplo. Levantar el embargo sería la solución de la desesperanza.

P. ¿Cree que la relación del actual Gobierno de centroderecha francés con España será tan buena como la que mantuvieron antes los socialistas?

R. La historia de la integración europea muestra que las opciones de política interior no son importantes. Lo que de verdad cuenta es la identidad de puntos de vista sobre nuestro futuro común. Entre nuestros ministerios de Asuntos Exteriores la colaboración es excelente.

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