_
_
_
_
Crítica:JAZZ
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Saxo por bulerías

Jorge Pardo y sus colaboradores parecen cada vez más inmersos en esta música que se ha dado en llamar fusión flamenco-jazz. No hace mucho comentábamos el gran paso dado en este sentido con esa creación titulada Jazzpaña, en que una gran banda de jazz aportaba la brillantez de su sonido con in sospechado acierto. Pardo y Benavent insisten ahora en la misma línea, y ciertamente es evidente que se va consiguiendo un lenguaje nuevo, deudor sin duda de aquellas dos fuentes -el jazz y el flamenco-, pero ya con sus propios códigos expresivos.

Mestizaje

Jorge Pardo

Jorge Pardo (saxos y flauta), Carles Benavent (bajo), Potito (cante), Bola (guitarra), Tino di Geraldo y Rubem Dantas (percusión). Aqualung Universal. Madrid, 30 de junio

Venimos hablando del mestizaje musical que impera en estos tiempos, y de cómo el flamenco está absorbiendo como un voraz camaleón las más diversas influencias exteriores; no siempre con acierto, es verdad, pero en ocasiones sí. Y lo que no se dice tanto es que el flamenco influye más que es influido. Su capacidad de fascinación es tal que hoy suena en los más dispares géneros por esos mundos de Dios.No con el valor, por supuesto, que tiene en las creaciones de Jorge Pardo, auténtico pionero en esta empresa de tan escasos antecedentes. Él y sus colaboradores en este concierto -casi todos participan en la grabación Veloz hacia su sino- son expertos ya en estos menesteres, pues no en vano tocan habitualmente, no sólo con Pardo, sino también con Paco de Lucía, Vicente Amigo, Gerardo Núñez y todos los que están haciendo una música flamenca incardinada en las corrientes más modernas.

En el concierto de esta noche fue patente una vez más el acento profundamente flamenco que alienta en casi todas las creaciones de Jorge Pardo. Ya puede este gran músico español llevar al grupo la estética del jazz, incluido los frecuentes solos instrumentales, cuando su saxo o su flauta suenan junto a la guitarra de Agustín Carbonell El Bola es un toque con rajo y duendes flamencos, que se nos antoja no hace más que suplir la voz del cantaor. Por bulerías, por tangos o por cualquier otro registro que suene -aunque no se atenga a un concreto estilo flamenco-, el sonido que oímos, con toda su brillantez, calidad y empaste de grupo de jazz bien acoplado, nos suena a jondo y puede llegar a estremecernos como un tercio de cante grande.

Todos estuvieron a la altura de las circunstancias. Con Pardo y Benavent, es fundamental la flamenquísima guitarra del Bola, que ha entendido a la perfección lo que a él le corresponde en un empeño de estas características. También el Potito, aunque su cante me parece corto de tensión y desligado de toda pretensión de jondura, lo que fue más evidente aun en los cantes por Levante que hizo en solitario con el toque acompañante de guitarra.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_