Los crímenes del falsificador

El cine policiaco es eminentemente norteamericano y británico, con sus correspondientes y específicas variantes, pero también los franceses cuentan con una gran experiencia en el género. Así lo demuestra Canalladas primera película dirigida por el productor de televisión Gérard Jourd'Hui.Adaptación de una típica novela policiaca, esta vez escrita por Fredric Brown, se encuadra dentro de la mejor tradición del policiaco francés y tiene como claros antecedentes las novelas del belga Georges Simenon y las películas del francés Claude Chabrol. Una anodina capital de provincias, un artesano meticuloso con su trabajo, una especial predilección por la buena cocina, una inclinación por los disfraces y la doble vida y una marcada tendencia por el crimen son los tradicionales elementos que maneja con cierta habilidad Gérard Jourd'Hui, pero los resultados quedan muy lejos de los que hubiese podido obtener con ellos Chabrol.

En Canalladas destaca el peculiar personaje de Darius Caunes, el impresor que desde hace 30 años trabaja en su pequeña imprenta, todos los jueves cena con el inspector de policía de la localidad para intentar averiguar quién asesinó a su mujer, y su afición por el teatro le lleva a disfrazarse para difundir los billetes de 500 francos que fabrica con amor en su taller. Un personaje a la medida del gran actor Michel Serrault.

Canalladas es una película que se deja ver, pero que es evidentemente menor. Con ese exceso de diálogo que caracteriza al cine francés y apoyada en un eficaz sentido del humor demuestra que Gérard Jourd'Hui tiene una sólida formación que le impide caer en las trampas que oculta toda primera película, pero todavía está lejos de poder conseguir un producto personal que funcione con perfección.