Los ATS españoles rechazan la prueba del sida
20 enfermeros aseguran haber contraído el virus trabajando en centros sanitarios
Máximo González, presidente del Consejo General de Enfermería, que aglutina a 170.000 profesionales, defenderá la oposición de los ATS españoles a la realización obligatoria de la prueba del sida, como propone una resolución presentada por la junta directiva del Consejo Internacional de Enfermería en el 200 Congreso Mundial, inaugurado ayer en Madrid. Máximo González también reclama que el sida sea considerado enfermedad laboral cuando el contagio se produzca en el trabajo. Veinte enfermeros españoles aseguran que han contraído el virus por esa vía
.González puntualiza, no obstante, que no todos ellos están reconocidos en el registro de afectados de sida que realiza el Ministerio de Sanidad. El Consejo de Enfermería creó hace menos de un año una comisión especial de apoyo jurídico, psicológico y afectivo a esos afectados. La comisión intenta también clarificar las dudas que existen en el colectivo de enfermería con respecto al sida. "Damos soporte para que se conozcan y puedan hablar", afirma González. "La comisión surgió como respuesta a las continuas llamadas, tanto de seropositivos como de ATS que se pinchan en su trabajo y tienen miedo de sufrir un contagio", explica la responsable de la comisión, que prefiere mantener el anonimato.
La comisión incluye un grupo de apoyo, formado por voluntarios, y dos días de consulta a la semana. En ella se les asesora de todos los problemas que puedan tener, incluidos los laborales. "Tienen grandes problemas con la Administración. La mayor parte de ellos, cuando confirman que están infectados, han pedido, por ética, la baja en su puesto de trabajo. Hay que tener en cuenta que la mayoría trabajan en contacto con los pacientes, pero en general encuentran poco apoyo oficial para resolver el problema", afirma esa portavoz.
Una sentencia reciente de la Magistratura de Trabajo avala la petición de ese colectivo de que el sida sea considerado enfermedad laboral, según Máximo González. "Nosotros somos contrarios a que los enfermeros se tengan que realizar obligatoriamente las pruebas del sida, tal como recoge una resolución propuesta por la junta directiva del Consejo Internacional para evitar la transmisión de los profesionales sanitarios a los pacientes", afirma.
"Eso sería violar los derechos humanos. Además, si se aprueba esa resolución, nosotros, por nuestra parte, tendríamos que reclamar también que a todos los enfermos que entran en un hospital se les hiciera el análisis". "Sí creemos", continúa, "que el personal de enfermería debe tener todos los controles necesarios, como el trabajar con guantes, para evitar contagiar a terceros".
A juicio de Máximo González, en España hay todavía una gran desinfórmación sobre el riesgo profesional del VIH. "Aunque se hacen análisis a todos los posibles portadores de la enfermedad, no se comunican los resultados a médicos y enfermeros, que son los que sufren más riesgo".
Sandra Andersen, del programa sobre el sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), califica el riesgo de "bajo", resaltando que las matronas son las profesionales de enfermería que se encuentran en mayor peligro respecto al' resto de ATS.
Esto se debe a la alta incidencia de sida entre las mujeres de los países en vías de desarrollo, fundamentalmente los del África subsahariana. Andersen estima que un tercio de las mujeres africanas que viven en las ciudades están infectadas por el VIH y que "las suturas posparto presentan un alto riesgo de pinchazos". Además del sida, el Congreso Mundial de Enfermería abordará hasta el próximo viernes temas como mujer y cáncer de mama, incentivos económicos para evitar el abandono laboral y la eutanasia.
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