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Cartier-Bresson: "Tengo miedo del poder"

El mítico fotógrafo inaugura en Madrid una muestra de 50 años de imágenes de Magnum

Rocío García

El pasado jueves, en el Retiro madrileño, le robaron la documentación, la tarjeta Visa y una cámara de fotos. Sin embargo, da la impresión de estar encantado. Lo vive como una manera de acentuar su pasión libertaria. "Soy un hombre libre", dice un entusiasmado Henri Cartier Bresson, de 85 años, al recordar que el guarda jurado de la puerta del Museo Reina Sofía le ha puesto pegas para entrar al no poder presentar ningún tipo de documentación. El mítico fotógrafo francés, el que ha revolucionado el mundo de las imágenes en el siglo XX, inaugura. mañana en el Reina Sofía una muestra de 300 fotos de la agencia. Magnum que ofrece una visión del mundo de los últimos 50 años.

"Yo soy un libertario. Tengo miedo del poder, y el ser conocido como fotógrafo es una manera de poder". Estas dos frases son quizá las que mejor definen a un mito de la fotografía: Henri Cartier-Bresson, el creador del estilo que ha marcado el siglo XX, uno de los fundadores de la agencia Magnum. Es por ese miedo del poder por lo que se niega a dejarse fotografiar. "No soy un actor de cine. Mi trabajo, al igual que el de mis compañeros, es desconocido. Lo importante está ahí, en la foto". Al final sólo consiente una imagen de espaldas, y con una condición: que no sea delante de una foto suya ni de una de su mujer, la también fotógrafa de Magnum Martine Franck.Cartier-Bresson inaugura mañana en el Reina Sofía, en Madrid, la exposición Magnum. 50 años de fotografía, un repaso a través de 300 trabajos de la agencia que fundara en 1947 junto con Robert Capa, George Rodger, David Seymour y otros. La exposición incluye también obras de los años treinta, como las famosas imágenes de Capa de la guerra civil española y la liberación de París tras la II Guerra Mundial o la exploración de España y México del propio Cartier-Bresson.

"Los fotógrafos no somos artistas. Somos artesanos. Tenemos que pasar muy discretamente, viendo lo que pasa. La realidad siempre tiene la última palabra", insiste Cartier-Bresson, para quien el mejor ejemplo de lo que dice está en las paredes del Reina Sofía. "Mire usted, los fotógrafos que aquí exponemos venimos de campos muy diferentes, pero tenemos una concepción común, que es la de observar la realidad. Lo maravilloso de la fotografía es esa emoción inmediata, sorprendente. En estas fotos no hay nada cerebral, de gente que piensa y trabaja en un laboratorio. La respuesta a todas nuestras preguntas están ahí", dice señalando las imágenes, al tiempo que muestra su satisfacción por el hecho de que no se distinga un fotógrafo de otro, que no haya diferencias entre ellos. "La fotografía es la coincidencia, la sorpresa, el instante. Aquí hay una visión común, no se sabe quién ha hecho una u otra. Las fotos están una detrás de otra. Eso es lo maravilloso".

Vuelta a la pintura

Cartier-Bresson abandonó hace ya 20 años la foto de reportaje para volver a sus orígenes, la pintura. Sólo de vez en cuando, con su inseparable cámara Leica, hace retratos y paisajes. "Hace 20 años puse todo mi trabajo en cuestión. Me pregunté qué es lo que había hecho hasta ese momento y he regresado a la pintura. Además, la vida es completamente diferente ahora. La fotografía es la pasión; en cambio, el dibujo es la meditación".

Dice Cartier-Bresson que ha comprendido el mundo a través de la pintura y la literatura y que para él la foto ha sido una manera de dibujar la realidad de manera exacta. "No pienso en mis fotos, no me importan; lo único importante es la realidad. Para mí, la fotografía es una manera de dibujar, es como hacer un croquis. La sensibilidad y la sorpresa de la foto no se enseñan. No hay escuelas para enseñar sensibilidad. Yo he trabajado en el equipo de Jean Renoir [cineasta francés] y allí nadie había la escuela".

El hombre que ha recorrido el mundo entero con su Leica se enoja cuando ve fotos mostrando con toda crudeza a enfermos terminales de sida. "Nosotros nos guiábamos por la curiosidad, no por la indiscreción, con respeto. A mí me choca enormemente cuando veo libros de fotografía mostrando a personas enfermas de sida. ¿Qué pasa? Ahora hay una crueldad y una perversidad. por mostrar ciertos hechos que no me explico. Sé que es necesario mostrar también cosas espantosas, pero hay distintas maneras de hacerlo, sin recrearse

No le gustaría que le recordaran ni como fotógrafo ni como pintor, sólo como hombre. "Yo únicamente soy un aventurero y lo único que he hecho ha sido mostrar un testimonio. Con una cámara de fotos se puede hacer de todo, pero a mí lo único que me ha interesado es lo que se conoce como reportaje".

Cuando Henry Cartier-Bresson abandona el Reina Sofía acompañado de su esposa, una mujer unos 40 años más joven está montando una exposición sobre Madrid para la Fundación Banesto, su aspecto, de una estirada elegancia, choca sobremanera con los testimonios captados con su cámara.

La cocina de la caza

Cartier-Bresson siempre habla en plural, en el que engloba a todos sus compañeros de Magnum: "Nosotros somos los cazadores que matan la pieza, pero la persona que organiza la exposición es la cocinera. Nosotros le damos la materia prima y ella es la que cocina y presenta. Esta muestra la vi yo en Londres y ahora la veo aquí y es completamente diferente", dice Cartier-Bresson a propósito de Magnum. 50 años de fotografía, que se inaugura mañana en Madrid.La muestra reúne cerca de 300 trabajos, un vídeo en inglés de una duración de 12 minutos y videos documentales sobre los fotógrafos de la agencia Magnum y sobre la cooperativa fundada para definir y proteger los derechos de los reporteros gráficos y crear una atmósfera adecuada para desarrollar un trabajo con total independencia.

Un total de 61 fotógrafos muestran sus imágenes y su visión de la realidad social económica y política de los últimos 50 años. Nombres como Joseph Koudelka, Elliot Erwitt, Sebastiâo Salgado, René Burri, Inge Morath, David Seymour, además de los famosos Robert Capa o el propio Cartier-Bresson.

Recorrido temático

La muestra, que antes de ser exhibida en Madrid ha podido ser contemplada en Londres, Essen, Zúrich, Budapest, Amsterdam y Dinamarca, tiene un recorrido temático a través de distintas secuencias, como Las guerras y le vantamientos con particular protagonismo de la II Guerra Mundial; Los problemas sociales; Lo insólito y el humor; Estados Unidos; Protagonismo del color; Enfoque social del reportaje; Oriente-Medio; Africa; India; América del Sur; España; Asia; Personalidades y retratos, y, por último, India y el color.

La exposición mostrará unas pequeñas biografías de todos los fotógrafos.

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