Altos vuelos
El madrileño Whisky Jazz Club pretende no sólo recuperar el pulso musical perdido antes de su remodelación, sino incorporar su nombre al de actos relacionados de una u otra forma con el jazz. Así, los organizadores del Festival de Vitoria eligieron el ambiente cargado de recuerdos del local para presentar el programa de su XVII edición y, de paso, un libro lujosamente editado que recoge espléndidos textos y fotografías ilustrativas de su ya dilatada historia.Como viene siendo costumbre, el festival vitoriano se ha decidido a confeccionar un cartel denso y variado que abrirán el inclasificable multinstrumentista brasileño Hermeto Pascoal y el percusionista neoyorquino Tito Puente. La banda de los felizmente reencontrados hermanos Brecker y el trío de Bill Frisell, para muchos el verdadero guía de la guitarra moderna, ocuparán una noche no apta para gustos herméticos. La fascinante manera de cantar de Abbey Lincoln contribuirá a una jornada dominada por el oportuno recuerdo al recientemente fallecido Dizzy Gillespíe; una big band, dirigida por Slide Hampton, recreará éxitos del inolvidable trompetista con el apoyo de solistas estelares como Paquito D'Rivera o Jon Faddis. Pat Metheny y John Scofield, ambos en formación. de cuarteto acústico, procurarán explicar por qué son dos de los guitarristas más influyentes de la última década, y The Manhattan Transfer se presentará esta vez con el insólito acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de RTVE.
Chano Domínguez Trío
Chano Domínguez (piano), Javier Colina (contrabajo) y Guillermo McGill (batería). Whisky Jazz Club. Madrid, hasta el 20 de junio.
El apartado Jazz del Siglo XXI, especialmente mimado por la organización vitoriana, contará este año con la participación del trío del fenomenal pianista Stephen Scott, del saxofonista Jesse Davis, del guitarrista Wolfgang Mutlispiel, del trío del muy avanzado saxofonista Thomas Chapin y del grupo Forward Motion.
Original y fresca
Bien podría figurar en Jazz del Siglo XXI el pianista Chano Domínguez, que inició su ciclo de actuaciones en el Whisky Jazz Club tras el acto de presentación del festival. Su oferta musical, yaremiada el pasado año en la Muestra para Jóvenes Intérpretes, es plenamente original y fresca; madurada a partir de las mismísimas raíces y ejecutada con contagiosa vitalidad. En el repertorio del gaditano caben canciones tradicionales como La luna y el toro, arreglada en un guiño al gran Bill Evans, en sana competencia con clásicos del jazz como Naima o Well you needn`t. Javier Colina, sorprendente inventor de figuras rítmicas siempre ajustadas al carácter de la pieza, y Guillermo McGill, sincero aglutinador de golpes de distintas procedencias, forman junto a Chano un trío estructural y formalmente compacto, listo para emprender vuelos cada vez más altos y largos.
Babelia
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