La gran marea negra de las Shetland apenas tuvo efectos en el ambiente

La gran marea negra de las islas Shetland apenas tuvo consecuencias. Esa es la conclusión de un grupo de científicos británicos, a los que el gobierno encargó la evaluación de daños causados por el naufragio del petrolero Braer el 5 de enero. Pese a la alarma inicial y a la intensa contaminación sufrida por las islas escocesas, la naturaleza parece haber sido una eficiente limpiadora. Medio año después, las aguas vuelven a ser claras y la fauna local no muestra señales del desastre.

El grupo de científicos publicó ayer un informe preliminar en el que se constata que "el vertido de petróleo fue menos dañino de lo que se temía". El director de la comisión, el profesor William Ritchie, de la Universidad de Aberdeen, especificó que las conclusiones no son definitivas. "Habrá que esperar a que tengamos los resultados de todas las pruebas, a comienzos del próximo afio", dijo.El petrolero Braer embarrancó el 5 de enero en una bahía de la isla principal del archipiélago Shetland, al noreste de Escocia. El casco del buque quedó a merced del oleaje y, durante las siguientes semanas, liberó unas 85.000 toneladas de un petróleo especialmente tóxico.

Numerosas ovejas sufrieron intoxicaciones. Aves y peces murieron a centenares. Los recursos económicos de la isla (pastoreo y pesca) se vieron gravemente amenazados. Se temió incluso por la salud de los habitantes. Sin embargo, las señales positivas tardaron poco en aparecer. El mismo mal tiempo que causó el naufragio se encargó, a finales de enero, de dispersar la marea negra y limpiar la atmósfera. En marzo, no se detectaba ya contaminación superficial. En abril se autorizó la pesca.

En este momento, sólo permanece prohibida la cría de salmones y de moluscos en la "zona de exclusión" más próxima al casco del Braer, aún encallado en la bahía. El informe científico no ha detectado agentes contaminantes ni en el pescado ni en los rebaños de ovejas.