EI Papa consigue que las redes de urgencia se coordinen

Juan Pablo II ha conseguido algo insólito: que los tres sistemas de atención urgente que funcionan en Madrid tengan una cabeza común y se coordinen por primera vez. Protección Civil gobernó ayer un dispositivo de casi 450 sanitarios para asegurar que la mastodóntica misa en Colón se saldase sin problemas.Desde el cuartel general de Protección Civil provincial -dependiente de la Delegación del Gobierno-, el propio director, Rafael Noja, estuvo al mando de ocho tiendas de campaña con un equipo de urgencia y tres hospitales móviles. Veinte médicos, 20 enfermeros, 339 camilleros y 54 técnicos de comunicaciones funcionaron juntos, aunque venían de diferentes sistemas.

Codo con codo trabajaron las gentes del 061, el sistema de urgencias del Insalud; los sanitarios del Ayuntamiento (Samur) y los voluntarios de la Cruz Roja, además de los de Protección Civil municipal.

1.000 lipotimias

El 061, el Samur y la Cruz Roja son tres dispositivos que cuestan 1.400 millones al año y que día a día funcionan de manera autónoma y muchas veces se superponen. De esta manera, un vecino del centro de Madrid dispone, en caso de enfermedad o accidente, de 11 UVI móviles que pueden evacuarle a un hospital, con los mejores cuidados, en un tiempo medio de 11 minutos. En seis ciudades del cinturón metropolitano llega el 061. Pero al millón de madrileños restante, no.

¿Por qué la visita del Papa ha conseguido lo que se le niega cotidianamente al ciudadano que financia estos sistemas con sus impuestos? "La misa de Colón constituye la mayor concentración de gente que se recuerda", dice Noja, "y por ello hay que montar un dispositivo extraordinario en el que ya es razonable que intervenga Protección Civil del Estado".

Los sanitarios tuvieron el trabajo esperado: hasta las siete de la tarde habían atendido a 1.000 personas, según informó el mismo Noja. La mayoría, lipotimias. No hubo que utilizar los sanitarios disponibles en reserva, que casi doblaban el dispositivo. Las ambulancias evacuaron a hospitales a cuatro personas. El caso más grave fue el de una asistenta con una insuficiencia cardiaca. A otro fiel le dio una crisis de asma.