Muere Alexis Smith, una de las actrices olvidadas del Hollywood clásico

La actriz norteamericana de origen canadiense Alexis Smith, protagonista de numerosas películas de Hollywood en los años cuarenta, y cincuenta, falleció ayer de cáncer a los 72 años. La muerte se produjo en el hospital Cedros del Sinaí, de Los Ángeles (California, Estados Unidos). Alexis Smith, cuya carrera artística culminó en 1971 en Broadway con el espectáculo musical Follies, era una de las grandes actrices retiradas del Hollywood clásico.

Fue una excelente actriz, aunque hoy esté casi olvidada, o tal vez por eso mismo. Aunque en su juventud llegó a encabezar los repartos de algunas películas muy populares en los años cuarenta y cincuenta, Alexis Smith no entró nunca en las nóminas -con mucha frecuencia muy tramposas- de la mitología de Hollywood, y tuvo que abandonar el cine, envejecer y volver a sus orígenes teatrales para que su nombre saltara por fin la barrera de lo gris, de las medias tintas y de los segundos párrafos en los reportajes de los periódicos.Ocurrió en un escenario de Broadway en 1971 y por su actuación en el espectáculo musical de Stephen Sondheim Follies, donde Alexis Smith tocó la cumbre de su carrera y se llevó a su olvido californiano, donde acaba de morir, el premio Tony a la mejor actriz de aquel año. Y tal vez de muchos años. Provenía del teatro y en él acabó, cerrando así un ciclo con algún paréntesis final alimenticio, en series de televisión como Dallas.

Hay dos inolvidables Smith entre esas grandes actrices olvidadas del cine. Dos mujeres que, pese a que dan 100 vueltas como intérpretes a sus más encumbradas colegas, no pudieron vencer la inerte convención del estrellato, y éste les impidió hacer sombra a muchas insignificantes aficionadas cuya invencible superioridad consistía en tener los ojos más grandes y las curvas más pronunciadas que ellas. Son Alexis y Maggie Smith, dos mujeres de escena excepcional, a las que nada unía salvo su apellido común, una elegancia no prefabricada y su gran estatura física y artística.

Y sin embargo, Maggie hizo maravillas en Mujeres en Venecia; y Alexis, casi en sus Comienzos, dio a Errol Flynn (en Gentleman Jim y San Antonio) una réplica más que sería. Hubo entre ambos escenas a dúo en las que la actriz borró de la pantalla al célebre y calavera divo irlandés-tasmano. Y ese fue en realidad el destino de esta actriz, siempre superior a las películas en que intervino, pues era su función primordial en ellas no dar la medida de su propio talento, sino estimular y agrandar la del galán de turno que le ponían en frente. Su solvencia profesional y el escaso brillo de su estrella permitió a algunos intocables, Clark Gable y Cary Grant -Al Sur de San Luis, Rapsodia en azul, Noche y día- crecerse frente a esta sorprendente actriz sparring, cuyo oficio y talento elevaba a sus oponentes sin comprometer su frágil estatuto de estrella.