Temor a una racha de violencia en Solingen por la ira de los turcos de Alemania

Solingen se preparaba ayer para vivir su cuarta noche consecutiva de violencia. La policía, que detuvo durante la tercera a más de 60 personas tras disturbios que devastaron el centro de la ciudad, estaba ayer en estado de máxima alerta ante una nueva concentración de unos 3.000 manifestantes en el centro de la ciudad a la caída de la tarde. La rabia de la comunidad turca por la muerte, en el incendio intencionado de¡ sábado, de dos mujeres y tres niñas ha derivado en una espiral de violencia que parece difícil de detener.

La Oficina Federal Criminal ordenó ayer la búsqueda y captura de cuatro jóvenes neonazis relacionados con el quíntuple asesinato e hizo públicos sus detalles personales y las retratos robot de tres de ellos. El quinto implicado, de 16 años, permanece detenido desde el domingo.Postériormente, la policía reconoció que carece de datos fiables sobre los presuntos autores de los asesinatos y añadió que las descripciones sobre los cuatro jóvenes neonazis citados eran falsas.

Según la versión anterior de la policía, este adolescente de 16 años había confesado haber participado en el atentado y proporcionó los datos de las otras cuatro personas que prendieron fuego a la casa de Solingen. El primero es conocido como Dirk, lleva la cabeza afeitada, tiene entre 20 y 25 años, mide dos metros y lleva tatuada en un dedo la palabra hass (odio). El segundo, también con el craneo rapado, atiende por Pitti, se desconoce su edad, mide dos metros y lleva tatuadas tres lágrimas bajo uno de sus ojos. Del tercero se desconoce su nombre; tiene unos 18 anos, es moreno, lleva el pelo muy corto y mide 1,80 de estatura. Del cuarto se carece de retrato robot y se desconoce también el nombre. Tiene de 20 a 25 años, mide 1,90, lleva la cabeza rasurada y en la parte trasera de craneo tiene tatuada la palabra skinheads (cabezas rapadas). Todos ellos están en paradero desconocido.

También ayer se conocieron más detalles sobre la identidad de las víctimas y lo que sucedió en la trágica madrugada del sábado pasado en la casa de la Unter Wernerstrase, do. Solingen, ocupada por la familia Genc, cuyo padre, Durmus, de 49 años, trabaja en la filial Kronprinz de la empresa Mannesmann. Las víctimas son su hija Gürsum Inse, de 27 años; que se tiró por la ventana con su hija Güldane, de 4 años, saltando de tal manera que, murió al caer de espaldas, pero salvó a su hija, y a su otra hija, Hatiçe Genc, de 18 años, que al ver el fuego en la planta baja, subió al piso de arriba con Sayim, de 4 años, Hü1ya, de 9, y Gülistam, de 11, -nietos de Durmus- y allí murieron.

20% de extranjeros

Todos los niños eran nacidos en Solingen, donde un 20% de sus 170.000 habitantes son extranjeros, de los que 8.000 son turcos. La familia Genç vivía en esta localidad desde hace 22 años y compraron la casa incendida hace 12. Una vecina recordaba ayer que dos de las niñas muertas iban a la guardería junto con sus hijos, añadiendo que los Geng eran "amables, ordenados y limpios, casi como alemanes".