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Los serbios bombardean Sarajevo y declinan asistir a una cita con el general Morillon

El general francés Philippe Morillon, jefe de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas en Bosnia (Unprofor), convocó ayer en Sarajevo a los jefes militares de las tres comunidades para ultimar la transformación de la ciudad en zona de seguridad. El comandante del Ejército bosnio, el musulmán Sefer Halilovic, y el jefe de las milicias croatas, Milijov Petkovic, acudieron a la cita. Ratko Mladic, jefe militar de los serbios de Bosnia, se quedó en casa. Entretanto, los serbios reanudaron sus intensos bombardeos sobre la capital de Bosnia.

En las últimas horas, la artillería serbia ataca con una constancia exasperante algunas posiciones musulmanas en las colinas que rodean la ciudad y los francotiradores han intensificado su actividad. La ausencia de Mladic convirtió una "reunión de alto nivel" para definir el plan que transformaría a Sarajevo en una zona segura, según la resolución 824 de las Naciones Unidas, en una conversación bilateral entre musulmanes y croatas centrada en las luchas que mantienen en la Herzegovina.A, pesar de todo, Sarajevo no quedó de lado. En la reunión de ayer se acordó que los límites de la llamada zona de seguridad estén en la propia línea de frente, desde donde los serbios deberán retirarse a una distancia que les impida seguir castigando a la ciudad, al menos, unos 30 kilómetros. Los límites serán marcados físicamente.

Además, Unprofor se encargará de agrupar toda la artillería pesada de las milicias dentro y fuera de la ciudad. Naturalmente, este documento debe ser ratificado aún por el jefe militar serbio. "Le he pedido a Mladic que no dilate más tiempo la decisión. Espero conseguir su apoyo antes del martes", dijo Morillon.

Por lo que se refiere a la Herzegovina, Petkovic y Halilovic se comprometieron a visitar de nuevo el próximo martes la zona de Jablanica y Konjic, donde sus hombres mantienen duros enfrentamientos y donde se impide el paso a las patrullas españolas de Unprofor. "Tenemos que movernos más rápido", declaró Petkovic. "Si no ponemos fin a los problemas, después será imposible. Por eso, debemos visitar el terreno". Mientras Petkovic deja pública constancia de sus deseos de frenar la guerra en la región, sus hombres boicotean en Mostar los trabajos de la comisión mixta que trata de sacar adelante los acuerdos de paz firmados el pasado 18 de mayo.

Francotiradores

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En las últimas 24 horas, la tensión ha ido creciendo en Sarajevo, de donde se ha pasado de una situación de calma, sólo rota por alguna granada de mortero o los inevitables francotiradores a serios ataques artilleros.

Los observadores de Unprofor denunciaron ayer "movimientos entre las tropas serbias", cuyos cohetes antiaéreos han castigado duramente algunas posiciones musulmanas, especialmente las situadas en el monte Trebevic, cerca del centro de la ciudad, de donde sale una densa Columna de humo. Los habitantes de esa zona pasaron la noche en los refugios.

En la tarde de ayer, el Ejército bosnio bombardeó la carretera que une Sarajevo con Pale, capital De los serbios de Bosnia, una ruta, tranquila hasta ahora.

En algunos de los enclaves musulmanes declarados zonas protegidas por la ONU se están produciendo violaciones de los acuerdos de alto el fuego.

[Un helicóptero de los musulmanes bosnios fue obligado ayer a aterrizar por violar la zona de exclusión aérea. El aparato se dirigía con tropas de Vitez a Prozor].

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