Tres muertos al estallar en Managua un depósito de armas clandestino

El Gobierno de Nicaragua guarda un absoluto hermetismo ante la posibilidad de que el propietario de un taller mecánico que saltó por los aires la madrugada del domingo en Managua sea un antiguo miembro de ETA vinculado a algunos movimientos guerrilleros de América Latina ya disueltos. El taller escondía un importante arsenal de armas de guerra y su explosión provocó la muerte de tres personas.El propietario del taller, en paradero desconocido desde el momento de la explosión, responde al nombre de Miguel Antonio Larios, de origen español pero con documentos que acreditan que tuvo primero nacionalidad ecuatoriana y después nicaragüense. Larios se encontraba en Nicaragua acompañado de su madre, que había llegado días antes de España, según la versión de algunos vecinos.

El apellido Larios no figura en la relación de residentes inscritos en los servicios consulares de la embajada española en Managua, por lo que la representación diplomática, que no ha sido informada por el Gobierno nicaragüense de este asunto, no ha hecho aún ninguna diligencia.

Las autoridades nicaragüenses no han arrojado luz hasta ahora sobre el caso. Una de las versiones que circula es que el propietario del taller guardaba armas que en su día pertenecieron al salvadoreño Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).