Japón abandonará la Comisión Ballenera si se crea un santuario en la Antártida
Japón piensa abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI) si este organismo aprueba en su asamblea general de Kyoto, que se celebrará del 10 al 14 de este mes, la propuesta francesa de crear un santuario para proteger estos cetáceos en la Antártida.
La postura de Japón se corresponde con la creciente presión de varios Gobiernos y movimientos ecologistas de todo el mundo en favor de mantener la moratoria de la caza de la especie rorcual aliblanco y establecer un santuario en aguas oceánicas por debajo del paralelo 40.
Japón es el mayor consumidor de carne de ballena y cuenta con el apoyo de Noruega, Rusia y Perú.
La moratoria de la captura comercial de la ballena se estableció en 1986, aunque Japón sigue cazando varios cientos de ejemplares anuales con "fines científicos", criterio que las organizaciones ecologistas consideran una burda excusa para continuar las capturas.
Según un informe del CBI del ano pasado, se podrían cazar unos 200.000 ejemplares del rorcual aliblanco hasta el siglo XXI, o unas 2.000 unidades anuales, sin peligro de extinción para esta especie.
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