Mitologías personales
Con gran interés, como mínimo, debemos recibir esta primera exposición de envergadura, en Barcelona, de la artista valenciana Carmen Calvo. Nacida en 1950 y asociada por amistad y procedencia geográfica con el escultor Miquel Navarro, Calvo es también una artista de la misma generación que Broto, Grau y García Sevilla, por poner unos ejemplos cercanos, compartiendo con éstos niveles semejantes de madurez en el desarrollo de su quehacer artístico.El hecho de que su obra, a caballo entre la pintura y la escultura, sea de más dificil categorización, es posiblemente el motivo de que su reconocimiento aquí haya sido más lento. La labor de Carmen Calvo está emparentada con la pintura por la predilección que siente por los formatos planos y la manera como presenta sus trabajos. En cualquier caso, su obra se caracteriza por la disposición ordenada y repetida de elementos volumétrícos -en último término escultóricos- sobre las superficies diversas de los materiales que usa, tales como el lienzo, la lona, la espuma o la madera.
Carmen Calvo
Galería Carles Taché. Consell de Cent, 290. Barcelona. Hasta finales de mayo.
Estos elementos a los que nos referimos pueden constituirlos objects-trouvés, fragmentos de barro cocido, telas y/ o cuerdas y metales diversos. A menudo, Carmen Calvo pinta también sobre sus cuadros algunas de las sombras posibles que podrían ejercer estos objetos, a modo de trompe l'oeil, y reforzando posibles interpretaciones lúdicas o irónicas.
Las pequeñas piezas de barro, por otro lado, vistas como pinceladas petrificadas, pueden leerse como referencias a un cuestiona miento de las prácticas pictóricas tradicionales. Su disposición, re mitiendo a muestrarios diversos, colecciones, y sobre todo a la ex posición de objetos arqueológicos, parece reincidir también en un entendimiento de la pintura como actividad artista obsoleta, aunque sea desde dentro de la disciplina.
Esculturas
No resulta curioso, pues, que la artista incluya en esta exposición de la galería Carles Taché, tres obras que podemos considerar directamente esculturas. Dos de ellas, de pequeño tamaño, resultan casi ejercicios tradicionales. La titulada Estantería (19901992), sin embargo, es una obra importante ya desde su misma escala.Ésta pieza, Estantería, que remite en cierta forma a las obras de plásticos de colores del británico Tony Cragg al estar formada por multitud de elementos pequeños y semejantes, es más un ejercicio metalingüístico, de aire casi surrealista, que el aprovechamiento de ciertos materiales de desecho para proferir un comentario sociológico. En ella, con todo, los elementos compositivos -ya que no existen, fuera de la literalidad de la estantería misma, los constructivos- son pictóricos.
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