Los jóvenes europeos ven el paro y la xenofobia como los mayores problemas
El aumento de la xenofobia y el paro son los mayores problemas que enfrenta la juventud europea, según los ministros y delegados de 37 países del continente que participan en la IV Conferencia para la Juventud del Consejo Europeo, que se inició el pasado martes en Viena y que finaliza hoy. Al término de la reunión se espera un acuerdo unánime para iniciar una campana internacional de educación -por iniciativa de Noruega- contra la xenofobia y el nacionalismo dirigida al sector joven de la población.Representantes de los países ex comunistas de Europa central y del Este coincidieron en que el fenómeno regional de la recesión económica y el vacío ideológico en los jóvenes ayuda a la proliferación de tendencias fundamentalistas y autoritarias.
En la conferencia, que se celebra en el palacio del Hofburg, presidida por la secretaria general del Consejo de Europa, Catherine Lalumière, participan además 60 jóvenes representando a organizaciones no gubernamentales (ONG), así como delegaciones de la Comunidad Europea (CE), de la Unesco, del Unicef, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Conferencia de Estados Iberoamericanos.
Mario Díaz, secretario del Consejo de la Juventud de España, subrayó la urgencia de iniciar una campaña informativa dirigida a los jóvenes, durante su participación, ayer, en la mesa redonda Construcción de una sociedad democrática: racismo y nacionalismo. "Si no se vence la insolidaridad que amenaza a Europa", dijo Díaz, "el futuro del continente va a ser la violencia, el odio y los prejuicios".
Juego interactivo
La ministra para la Juventud de Austria, Maria Rauch-Kallat, presentó, al iniciarse la conferencia, un original método didáctico para vencer los prejuicios contra extranjeros de los jóvenes europeos, un nuevo juego de computadoras que se denomina Fairplay: la aventura de la humanidad.
Este juego interactivo es una respuesta a la proliferación de juegos de computadoras neonazis en establecimientos escolares tanto en Austria como en Alemania. En el Fairplay, el jugador nace en un país del Tercer Mundo y se ve obligado a inmigrar a otro de Europa occidental donde tiene que reaccionar ante los prejuicios y miedos manipulados de la población.
La tragedia de Bosnia y la desilusión de los jóvenes frente a la actitud inmovilista de la comunidad internacional fueron mencionadas en varias intervenciones de los delegados.
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