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Gibraltar toma medidas para disponer de tres kilómetros de aguas territoriales

Las autoridades de Gibraltar han empezado a tomar medidas concretas para adueñarse de unas aguas territoriales que reivindican, pero que el Tratado de Utrecht, por el cual España cedió el Peñón al Reino Unido en 1713, no les reconoce, según indican diversas fuentes españolas. Las autoridades gibraltareñas han colocado en la bahía, a 1,5 millas marítimas (casi tres kilómetros) de su costa, varias hoyas delimitando sus aguas.

Estas iniciativas del Gobierno de Joe Bossano no han provocado hasta el momento ninguna reacción oficial española, si se exceptúa una declaración ayer a la agencia Efe de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Exteriores, en la que se reitera que España no reconoce la soberanía británica sobre esas aguas.Desde los primeros días de abril la policía marítima de Gibraltar ha subido a bordo de barcos de terceros países que fondean en la bahía de Algeciras, pero cerca del Peñón, invitándoles a alejarse o a atracar en el puerto de la colonia. Los policías entregan a los capitanes de los barcos un mapa en el que aparecen señaladas las aguas jurisdiccionales británicas y un folleto relatando las ventajas de su puerto y de una ciudad donde las mercancías se venden libres de impuestos.

Además de las boyas en la bahía, en el mar abierto han puesto otras a tres millas de distancia. Las balizas no sólo han sido depositadas en el mar a la altura de la península gibraltareña sino también del istmo, dónde está situado el aeropuerto. España no reconoce tampoco la soberanía británica. sobre el istmo del que el Reino Unido se apropió por la fuerza. El Tratado de Utrecht no lo menciona.

"Dos pájaros de un tiro"

Con su actuación las autoridades de la colonia pretenden, según la expresión de un diplomático, "matar dos pájaros de un tiro". Por un lado intentan potenciar el puerto de Gibraltar y por otro se esfuerzan por poner en práctica la reivindicación británica sobre las aguas que rodean el Peñón.Mientras la diplomacia española repite que en Utrecht sólo se cedió la soberanía sobre la fortaleza y el territorio colindante y rehúsa recibir las protestas del Reino Unido sobre supuestas violaciones de sus aguas territoriales, los británicos argumentan que el derecho internacional del mar estipula que no hay costa seca y que cada pedazo de tierra al borde del mar posee unas aguas jurisdiccionales.

Todo aquello que beneficia al puerto de Gibraltar perjudica además al de Algeciras. Por ese motivo la Asociación de Empresas de Servicios Portuarios de la Bahía de Algeciras ha sido la primera, el martes, en denunciar las presiones gibraltareñas para que los barcos que allí fondean se arrimen al puerto de la colonia.

Por otro lado, el mariscal de campo John Chapple tomó posesión de su cargo como nuevo gobernador y comandante en jefe de Gibraltar, en una ceremonia protocolaria en la asamblea legislativa de Gibraltar el pasado miércoles, informa Joe García. En un discurso ante los dirigentes de Gibraltar, Chapple se refirió a la necesidad de que Gibraltar tenga voz propia en importantes negociaciones hispano-británicas que puedan celebrarse en el futuro. El Gobierno británico, aseguró, mantendrá su compromiso de que no habrá cambios en la soberanía contra los deseos de la población.

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