El ANC intenta neutralizar la cólera de sus militantes por el asesinato de Hani
Los llamamientos a la paz y la calma presidieron ayer los actos organizados por el Congreso Nacional Africano (ANC) en memoria del secretario general del Partido Comunista Surafricano, Chris Hani, muerto a tiros ante su casa el pasado sábado. El ANC intenta así evitar nuevos derramamientos de sangre durante los actos en memoria de Hani que se celebrarán hoy y que coinciden con el llamamiento a una huelga general. El funeral del dirigente comunista está previsto para el próximo lunes. Janusz Walus, el blanco acusado del asesinato de Hani, compareció ayer ante un juez.
Los dirigentes del ANC temen que la cólera de sus militantes, que ha prendido con fuerza en los guetos, ponga en peligro el frágil proceso de negociaciones reanudado el pasado día 1 con el Gobierno del presidente Frederik W. de Klerk para elaborar una nueva Constitución que ponga fin al apartheid. Las conversaciones multiparitidistas, que debían reanudarse el lunes, han sido aplazadas hasta el 26 de abril a petición del ANC.Los llamamientos a la paz y la calma fueron el lema de los actos que el ANC celebró ayer, por todo el país, en memoria del líder comunista negro. Los actos deberán culminar hoy, proclamado por los dirigentes nacionalistas surafricanos como el día de Hani, con una huelga general que tiene como objetivo permitir a millones de militantes de la organización asistir a los actos en memoria del dirigente asesinado. Mandela invitó ayer a todos los "compatriotas blancos" a participar en las numerosas ceremonias previstas para hoy. "Lo que ha sucedido es una tragedia nacional que afecta a millones de personas, con independencia de su filiación política o su color. Nuestra nación entera está al borde del desastre. Ahora hace falta que todos los surafricanos se agrupen", dijo Mandela en una breve alocución televisada.
El Gobierno declaró ayer varias localidades próximas a Ciudad del Cabo zonas de conflicto, una calificación que confiere poderes especiales a las administra ciones locales para imponer el orden y disolver manifestaciones.
Mientras el ANC se ha movilizado para evitar hoy desmanes que puedan degenerar en nuevas muertes, la investigación del asesinato sigue su curso. Ayer compareció ante el tribunal de Boksburg, la localidad vecina de Johanesburgo en que residía Hani, Janusz Walus, el presunto asesino, aunque la cita fue sólo procedimental. Su duración fue de apenas tres minutos y el acusado no solicitó su libertad bajo fianza. Walus, de origen polaco y 40 años de edad, no fue acusado formalmente del asesinato del secretario general del Partido Comunista Surafricano por los jueces que extendieron su orden de detención hasta el próximo 12 de mayo.
Ante el edificio judicial, unas 2.000 personas, vigiladas por miembros de las unidades antidisturbio y desde helicópteros, bailaban el toyi-toyi, el baile tradicional de las protestas contra el apartheid. Carl Niehaus, portavoz del ANC, se dirigió a los manifestantes para pedirles que mostrasen su cólera por el crimen "con disciplina".
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