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La Comisión prepara una ofensiva para levantar las últimas barreras del Mercado Unico de 1993

Lluís Bassets

La Comisión Europea quiere dar un nuevo impulso al Mercado único, a los cien días de una fecha mágica, la del 1 de enero de 1993, que ha quedado diluida en la crisis de la CE y en los incumplimientos de las cuatro libertades: de circulación de personas, mercancías, capitales y servicios. "Si en la segunda mitad del año aún no se ha conseguido abrir una dinámica para que el Mercado único sea una realidad, tomaremos medidas legislativas y sancionadoras, manteniendo la presión política", ha explicado a EL PAÍS el comisario del Mercado Interior, Raniero Vanni d'Archirafi.

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Vanni ha preparado un auténtico programa de combate, que será discutido por los 17 comisarios el próximo martes, para intentar insuflar ánimos al deprimido espíritu europeísta y conseguir la desaparición auténtica de las fronteras a finales de 1993, doce meses más tarde de lo previsto.El pleno funcionamiento del Mercado único ha quedado empañado por las trabas a la más importante de las libertades: la de circulación. La apertura del mercado interior ha coincidido con la recesión económica y con la aparición de aires proteccionistas en la nueva Administración norteamericana. Las tormentas monetarias han creado dudas sobre la posibilidad de mantener la libre circulación de capitales. Las dificultades en la política comercial europea han hecho lo propio con las mercancías. Respecto a los servicios, transportes y energía principalmente, apenas puede hablarse todavía de la existencia de un verdadero mercado interior.

La realidad es que a los cien días del Mercado Unico del 1 de enero queda un buen trecho por recorrer todavía para culminar el trabajo iniciado en 1985 con el Libro Blanco y luego el Acta única. El Consejo de Ministros de la CE deberá discutir precisamente mañana lunes parte de los flecos técnicos del Mercado único y escuchará además las ideas que tiene en mente la Comisión.

Mercado único y recesión

A pesar de la atmósfera pesimista, Vanni d'Archirafi insiste en hacer una valoración positiva: "Tenemos el 95% de la legislación del Mercado único. El Mercado Interior ya existe, lo que hay que hacer ahora es acercarlo a los agentes económicos y sociales, a los profesionales y a los universitarios, y ésta es una cuestión que deben hacerla conjuntamente los Estados y la Comisión"."El Mercado único no es la causa de la recesión, sino al revés, nos ayuda a pasarlo un poco menos mal en la crisis", asegura, como ahuyentando otro de los argumentos del euroescepticismo rampante. Y añade: "No quiero ser pesimista. En Italia, por ejemplo, los industriales estaban en contra de la CE en 1956 en el momento del Tratado de Roma. Creían que la industria del resto de Europa iba a barrernos. Fue lo contrario".

El comisario insiste, además, en un balance que considera absolutamente positivo en el ámbito legislativo. "Lo que tenemos es importante, pues es la voluntad política traducida a ley, y esto ya es una realidad", asegura. De las más de 200 normas del Mercado único, el 83% han sido ya trasladadas a las legislaciones nacionales y 103 pertenecen al cuerpo legal de todos y cada uno de los Estados. El país que ha incorporado más normas ha sido Dinamarca (193) y el que menos Grecia (156). España se halla situada en octavo lugar con 167.

Si la Comisión ha respetado hasta ahora una especie de tregua en lo que se refiere a la aplicación de las normas del Mercado único, no ha hecho lo mismo con el trabajo de adaptación legislativa. "Nos dimos una semanas de tiempo para observar cómo estaba funcionando el Mercado Interior. Pero en cuanto a la adaptación de directivas a las legislaciones nacionales no ha habido tregua de ningún tipo. Respecto a las infracciones, la Comisión ha abierto 214 procedimientos, que son en su gran mayoría por falta de comunicación de las medidas nacionales de ejecución de las normas comunitarias".

Cuatro libertades

En cuanto a las cuatro libertades, Vanni considera que en realidad sólo una de ellas no está plenamente garantizada. "La libre circulación de mercancías es un hecho real", asegura. "Las aduanas ya no están ahí entre los países después de muchos siglos de no moverse de sitio. En cuanto a los capitales, también es un hecho. Los países miembros están respetándola y con insistencia. Si ahora falláramos sería una regresión de muchos año?. No cree el comisario que una nueva tormenta monetaria pueda echar por la borda la libre circulación de capitales.Vanni considera muy importante, en cambio, el sector de los mercados públicos de los transportes, energía, agua y telecomunicaciones. "Son el 15% de los negocios que se hacen en la CE y mueven anualmente medio billón de ecus (70 billones de pesetas). Queremos que el Mercado único sea una realidad en este sector y que las pequeñas y medianas empresas tengan mayor participación".

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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