Paso libre a las personas

El comisario Vanni se ha planteado toda una estrategia para conseguir a finales de 1993 que las cuatro libertades sean una realidad. Desde ahora hasta el verano, la Comisión empezará a realizar una política de presión sobre los Estados para que cumplan sus compromisos. Simultáneamente intentará llegar a acuerdos prácticos para garantizar la libertad de circulación de personas, por su carácter decisivo en la propia imagen pública del Mercado único.Si aún así no hay resultados satisfactorios, hacia finales de año la Comisión se planteará el desarrollo de un programa legislativo, en forma de directivas destinadas a permitir la aplicación de la libertad de movimientos.

En último término, la Comisión se reserva la posibilidad de emprender acciones directas contra los Estados incumplidores ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo. "Queremos guardar el arma de acudir al Tribunal para el momento en que terminen los recursos de presión política. Estas armas se usan una vez y luego ya no sirven más".

Vanni desea compaginar sin traumas las iniciativas de los nueve países llamados de Schengen, que quieren levantar las fronteras interiores por su cuenta después del verano, y los tres países que quedan fuera (Irlanda, Reino Unido y Dinamarca).

Uno de sus objetivos es evitar que la desaparición de las fronteras de Schengen suponga un endurecimiento de las fronteras con los tres países que no son parte del convenio, pero que a fin de cuentas pertenecen a la Comunidad Europea.