El antieuropeísta Séguin conquista la presidencia de la Asamblea Nacional
El reparto de poder por parte de la nueva mayoría política de Francia concluyó en la tarde de ayer con el nombramiento como presidente de la Asamblea Nacional del gaullista Philippe Séguin, que militó a favor del no al Tratado de Maastricht en el referéndum del pasado 20 de septiembre. El poderoso sector nacionalista del gaullismo exigió la presencia de Séguin al frente de la Cámara para compensar el fuerte peso de los europeístas en el Gobierno dirigido por Edouard Balladur.Philippe Séguin, un gran orador y un hombre de extrema cortesía, defendió el no a Maastricht frente a François Mitterrand en el debate televisado celebrado en las vísperas del referéndum.
Alcalde y diputado de Epinal, Séguin, de 49 años de edad, es un hombre pequeño y grueso que adora el fútbol, las pizzas, los Gitanes sin filtro, los libros y los viajes al extranjero. Nació en el seno de una familia modesta y a los 18 meses perdió a su padre, caído en acción de guerra contra los nazis.
La Asamblea Nacional se reunió ayer por primera vez. En el exterior del palacio Bourbon unas 250 mujeres se manifestaron para protestar por la aplastante presencia de hombres en la cámara.
Los 577 diputados -de los que sólo 35 son mujeres- comenzaron sus trabajos eligiendo a su presidente. El grupo parlamentario de la Agrupación para la República (RPR), de 247 miembros, defendió al unísono la candidatura de Séguin. Sus socios de la Unión para la Democracia Francesa (UDF), 213 escaños, apoyaban al centrista Dominique Baudis. En la cámara se sentaban además 24 independientes de derechas. La izquierda sólo contaba con 93 diputados.
La batalla entre el RPR y la UDF se inclinó a favor del RPR. En la primera vuelta, a Séguin le faltó sólo un voto para conseguir la mayoría absoluta. Baudis arrojó entonces la toalla.
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