Embarazo
He leído que hay un proyecto para equiparar la baja por maternidad a la baja por enfermedad, y me ha sorprendido mucho que el invento no produjera ningún escándalo. A lo mejor se hace con la mejor intención, quizá para reducir papeleos o para homologar bultos, no sé, pero me parece un desastre que a alguien se le ocurra esa idea y que ese alguien no tenga jefes o amigos que le expliquen que identificar embarazo con enfermedad significa dar un salto de considerables proporciones hacia atrás.Gran parte de los métodos de parto sin dolor, que con mayor o menor fortuna han circulado entre nosotros, están basados precisamente en lograr que la embarazada desate ese vínculo imaginario que une gestación y enfermedad. Parece claro que en un medio donde culturalmente la preñez se asocia a alguna clase de dolencia, la mujer encinta esté obligada a sufrir si no quiere ser un bicho raro. Pues bien, ahora llega una comisión de trabajo ministerial y se carga toda esa cultura incipiente de un plumazo, diciéndole a la mujer que es una enferma potencial permanente que se transforma en una enferma en acto en el momento mismo de la concepción.
Imagino que en el equipo que está pariendo ese proyecto no hay ninguna mujer, porque a estas alturas es dificil responder a una agresión de ese calibre. Pero me pregunto cómo mirarán a sus mujeres embarazadas esos hombres que seguramente se pasan el día hablando de sinergias en los despachos, aunque ellos mismos no consigan coordinar los impulsos de sus neuronas. Para embarazo patológico, la concepción de ese proyecto. Se podría decir que no es más que un formulismo, pero. las fórmulas son significativas, como las palabras, y un papel en el que se sustituye el término maternidad por el de enfermedad es un papel que contiene pensamiento.
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