España inicia la aplicación de las cuotas lacteas

La Administración española inicia hoy la aplicación de las cuotas lácteas, de acuerdo con los compromisos suscritos por el ministro Pedro Solbes con la Comisión Europea. Esta decisión supone la obligación para los ganaderos españoles de no producir anualmente más de 5,2 millones de toneladas de leche con destino a las industrias. Las cantidades entregadas por los productores que superen sus cuotas deberán pagar una tasa que, con el cambio actual del ecu, supone una penalización de 52,50 pesetas por litro.La entrada en vigor de las cuotas, por suponer una reducción de la oferta en relación con las producciones anteriores y estar muy por debajo de la demanda del consumo, en teoría debería haber dado lugar a un aumento de los precios en origen. Contrariamente a esta situación, las industrias, según denuncia el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores, han decidido bajar las cotizaciones en una media de tres pesetas por litro al aumentar unilateralmente las penalizaciones por bacteriología. Los ganaderos españoles perciben actualmente por el producto una media de 35 pesetas, frente a las 52 que reciben los ganaderos de otros países de la CE.

La aplicación de las cuotas en España constituye uno de los objetivos marcados por Pedro Solbes desde su llegada al Ministerio de Agricultura, hace dos años, así como una exigencia de la Comunidad Europea. La Administración española, con el fin de ajustar producción a cuotas, puso en marcha durante el último año un plan para el abandono de casi 700.000 toneladas de leche en poder de 18.000 ganaderos. Esta decisión supuso el que la Comunidad Europea aumentase como contrapartida la cuota asignada inicialmente a España en 500.000 toneladas.

La actual cuota de 5,2 millones de toneladas sigue siendo, sin embargo, insuficiente para la actual producción nacional. Por esta razón, la Administración se plantea la puesta en marcha de otro programa para el abandono de 200.000 toneladas más. Igualmente, no se descarta el funcionamiento en España de un mercado negro de leche de vaca, al igual que sucede en otros países de la CE, con el fin de seguir produciendo sin pagar la tasa, aunque deban vender la leche a bajos precios a las industrias.

La asignación de cuotas ha supuesto la presentación de 42.000 reclamaciones sobre un total de 140.000 explotaciones ganaderas. El 50% de estos recursos están pendientes de resolución.