Solé Tura reconoce que los problemas de los Thyssen siguen sin resolverse

El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, dijo ayer que el principal problema para la cesión definitiva de la colección Thyssen a España es hoy la situación jurídica de los herederos, que calificó de compleja. Según fuentes cercanas a la negociación, la tercera esposa del barón, la brasileña Denisse Shorto, madre del único heredero menor de edad, está haciendo más lento el proceso de negociaciones. Cuando se divorció del barón, se supo que Shorto pidió unos 136.000 millones de pesetas, de los que consiguió 15.000.

Solé Tura se mostró, de todas formas, optimista, y dijo que las negociaciones "siguen su curso". "No quiero aventurar detalles y fechas pero estamos avanzando seriamente", añadió. El ministro, que compareció ayer en el Congreso de los Diputados para explicar la política museística de su departamento, puso al Museo Thyssen como ejemplo de tecnología y dimensión humana, destacó el hecho de que se autofinancie y dio las cifras de visitantes (325.000 entre octubre de 1992 y marzo de 1993).

El portavoz de Cultura del PP en el Congreso, Miguel Ángel Cortés, mostró su apoyo al proceso para que la colección Thyssen se instale en España de forma permanente. Cortés recibió al ministro diciendo que venía al Congreso "de suplente del subsecretario" [Santiago de Torres] y criticó el triunfalismo de Solé Tura.

Éste se había mostrado "especialmente satisfecho del triángulo museístico de gran dimensión" creado en Madrid entre septiembre y octubre pasados, que unió al eje del Museo del Prado la colección permanente del Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Thyssen.

Cortés insistió en que el Reina Sofía, con sus tres inauguraciones y la triplicación de los gastos inicialmente presupuestados, "no es la gran realización. sino el gran fracaso", y dijo que "se siguen negando a la Cámara las auditorías y controles del Reina Sofía".

"Llevamos más de un año: se niegan obstinadamente a dar las cuentas más elementales sobre la gestión de un museo", se quejó Miguel Ángel Cortés, para quien la política museística del ministerio funciona "de ocurrencia en ocurrencia", sin planes a largo plazo y sobre la base de la "profunda incompetencia de los gestores del ministerio".

Solé Tura replicó que Cortés "siempre es previsible y ya sabe uno lo que va a decir". Añadió que para Cortés el Reina Sofía será un gran fracaso "antes, con y después" de la colección permanente.

Lotes con el Prado

La discusión avanzó cuando Miguel Ángel Cortés rechazó una posible división en "lotes" del patronato y de los fondos del Museo del Prado supuestamente alentada por el ministro, en referencia a la idea de Solé Tura de que en los patronatos de los grandes museos "participen uno, o dos, o los que sean, representantes de las Comunidades Autónomas"."No se trata de una especie de reparto", dijo Solé Tura, "sino de una cosa tan elemental como que en la gestión de las grandes instituciones se sientan comprometidos todos". Cortés lanzó su sospecha de que la idea de Solé Tura encubre una politización de los museos. En otro momento, Cortés propuso "dejar a los museos fuera de la pendencia política".