La maldición de Malthus
La población mundial tendrá a finales del próximo siglo mil millones más delo previsto
La explosión demográfica se presenta, junto con la ecología y la revolución tecnológica, como una de las grandes conmociones del final del milenio y de comienzos del próximo siglo. Así lo sostiene el historiador británico afincado en Estados Unidos Paul Kennedy, que está batiendo récords de difusión de su último libro, Preparing for the twentyfirst century, en el que resucita la sombra de Thomas Robert Malthus (economista británico que vivió entre 1766 y 1834).Muchos de los 500 expertos y políticos de 52 países que han participado en la conferencia de la ONU y del Consejo de Europa sobre población en Ginebra, preparatoria para la conferencia sobre población mundial que se celebrará el próximo año en El Cairo, seguro que han tenido en cuenta -algunos lo han dicho explícitamente- la frase de Paul Kennedy de que "en estos momentos estamos presenciando en grandes zonas del mundo una explosión de población parecida a la que tuvo lugar en la Inglaterra de Malthus".
Para Kennedy, nos encontramos ante un reto difícil de resolver, "aunque la solución aparente venga de vastas oleadas migratorias que, combinadas con otras fuerzas de transformación global, confluirán en una nueva situación en la que las habilidades de los países blancos y ricos del Norte ya no conseguirán imponer su voluntad". Las comunidades y hasta los países enteros parecen tener, por ello, cada vez menos control de sus propios destinos. "Las estructuras de poder tradicionales", concluye el historiador, "se sienten desconcertadas, especialmente en los países occidentales ante las tasas de fertilidad insuficientes para el mantenimiento de la población, ante la inmigración ilegal y ante los masivos flujos monetarios".
El banquete de la vida
"Nadie tiene derecho a la existencia si no halla puesto su cubierto en el banquete de la vida" Esta frase de Malthus quizá pueda sintetizar la parte central de su teoría: la población crece de forma geométrica, mientras que los recursos lo hacen de forma aritmética y, por tanto, si no se ponen frenos al crecimiento de la población, llegará un momento no muy lejano en el que la vida será imposible.Aquellos vaticinios resultaron sumamente equivocados en el siglo XIX. La revolución agrícola (permitió que menos trabajadores produjesen más alimentos) y la revolución industrial (creó un sistema de riqueza y transporte que generó muchos empleos) dieron al traste con aquellas predicciones. Ahora, la sombra de Malthus es resucitada por algunos demógrafos e historiadores.
Nafis Sadik, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, ha hecho un llamamiento a gobiernos y a planificadores de población para que tengan en cuenta la nueva explosión demográfica. "En 1987, el planeta alcanzó 5.000 millones de habitantes y aquel hito fue saludado con un ceremonial especial, pero no creo que podamos hacer lo mismo cuando en 1998 lleguemos a 6.000 millones de habitantes. Entre 1950 y 1992 la población ha pasado a ser más del doble, y esto nos debe hacer pensar".
Las Naciones Unidas han revisado sus previsiones, a largo plazo. Habían previsto que en el año 2100 el mundo alcanzaría unos 10.000 millones de habitantes, y ahora dicen que tendrá al menos 11.200 millones. El principal problema que se plantea nuevamente, como se hiciera en anteriores ocasiones, es si habrá. recursos suficientes para asistir a todos los humanos. "Da la impresión de que no", han dicho en Ginebra algunos demógrafos de la ONU, "a juzgar por los movimientos de población que ya se registran desde zonas muy pobladas y depremidas hacia otras zonas menos pobladas y más ricas, en busca de recursos".
Al menos en una cosa Europa parece haber hecho caso a Malthus, aunque con diferentes medios que los que propugnaba el demógrafo y economista británico: en el control de la natalidad. Desde 1965, la fertilidad en Europa ha bajado de forma alarmante, de tal manera que ahora la tasa de nacimientos apenas alcanza 1,7 hijos por mujer (la tasa de reemplazo generacional es de 3,1). En 1990, Europa tenía 498 millones de habitantes, y en 2050 tendrá 486 millones.
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