Inminente liberación de los asesinos de los jesuitas españoles en El Salvador
Los dos únicos condenados hasta ahora por la matanza de los jesuitas de El Salvador, el coronel Guillermo Benavides y el teniente Yusshi Mendoza, serán puestos en libertad en las próximas horas coincidiendo con la entrada en vigor de la discutida amnistía política con la que la derecha pretende hacer borrón y cuenta nueva sobre todos los crímenes de guerra cometidos en este país centroamericano.La amnistía, aprobada precipitadamente el sábado 21 por los sectores progubernamentales del Parlamento salvadoreño, fue firmada el pasado lunes por el presidente Alfredo Cristiani. Sus dos únicos beneficiarios directos, Benavides y Mendoza, están a la espera de que pasen los ocho días preceptivos entre la firma y la publicación en el diario oficial para ser excarcelados automáticamente.
Los autores intelectuales del crimen, entre ellos el actual ministro de Defensa, general René Emilio Ponce, nunca han sido acusados ni condenados por un tribunal de este país. Ha sido, en cambio, la Comisión de la Verdad de la ONU la que reveló recientemente sus nombres y sus implicaciones.
Con relación al asesinato, también en El Salvador, de la médico española Begoña García Arandigoyen en 1989, la Oficina de Información Diplomática española (OID) salió al paso ayer de las afirmaciones de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña que acusaban a un funcionario español de haber obstaculizado la investigación de los hechos al impedir la autopsia de la joven doctora, embarazada de siete meses.
Según el comunicado de la OID emitido ayer en Madrid, no sólo no se impidió la autopsia, sino que ésta se realizó en presencia de un representante diplomático español.
"Ante la dudosa fiabilidad del informe policial, que omitía la existencia de un orificio en la nuca de la doctora, y dados los indicios de que pudiera tratarse de un asesinato, nuestra Embajada exigió el traslado de los restos de la médico a España para su posterior examen", indica el comunicado de la OID. Realizada una nueva autopsia, dice el comunicado, se descubrió que había recibido un disparo en la nuca "a cañón tocante".
Las autoridades salvadoreñas afirmaron que la médico, que trabajaba junto a la guerrilla, murió durante un combate. La Comisión de la Verdad afirma que la doctora fue capturada en el hospital de campaña donde prestaba sus servicios asistenciales, torturada y asesinada.
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