El poderío
Calixto Sánchez llevó al delirio a una parte mayoritaria de la concurrencia. Casi siempre ocurre así con su cante, de enorme brillantez, basado en facultades virtualmente ilimitadas. Esto en flamenco se llama poderío. Poderío que, en el caso de Calixto Sánchez, él administra sabiamente para obtener esos rendimientos artísticos tan fructíferos de cara a la audiencia. Su cante es radicalmente cerebral. Todo en él está medido, calculado milimétricamente, hasta esa gestualidad teatralera y desmedida, no se hasta qué punto sincera.Si a esto añadimos que es un cantaor muy profesional, excelente conocedor de los estilos y que prepara con primor de orfebre cada cante que incorpora a su repertorio, nos da el perfil de un artista que sabe muy bien lo que tiene que hacer, y cómo hacerlo, para lograr el éxito en que lleva años confortablemente instalado.
IX Jornadas Flamencas
Cante: José Plantón, El Calli; Charo Manzano, y Calixto Sánchez. Toque: Manuel Flores, Manuel Parrilla y Pedro Bacán. Casa de la Cultura. Fuenlabrada, 26 de marzo.
Nadie puede dudar de que Calixto Sánchez es un cantaor perfeccionista, que en los estilos de amplio arco melódico, como granaínas o malagueñas, hace alardes de dominio absoluto. Hasta de la colombiana hizo una deliciosa filigrana. Personalmente, me gusta más por siguiriyas, con una cabal de Silverio ejemplar. Es también el cante en que me pareció más sincero.
También el cante de Charo Manzano es de poderío. Cuando suelta su bella voz y llega el grito, de pronto nos sorprende el escalofrío. El Calli conoce los cantes y los ejecuta muy bien, como son, sin pasarse ni quedarse corto. Él hizo el cante más ortodoxo de la noche.
Babelia
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