La movilización antiterrorista acelera cambios en el Gobierno argelino
La movilización popular contra el terrorismo integrista, puesta de manifiesto el lunes con concentraciones en numerosas ciudades de Argelia, ha precipitado una reestructuración del Gobierno, según aseguran los observadores políticos y anuncian diversos periódicos, entre ellos el diario independiente El Watan. Mientras, continúan los ataques de la guerrilla, que en las últimas horas ha asesinado a dos gendarmes y herido a otros tres en una operación en Jijel, a unos 200 kilómetros al este de Argel.
La reestructuración del Gobierno de Belald Abdesalam se producirá en los próximos días, a los nueve meses de su llegada al poder en sustitución de Sid Gozali, embajador en París. La primera, más significativa e importante víctima de esta reestructuración será el ministro de Asuntos Religiosos, Sasi Lamuri, que se ha convertido en el blanco de las iras de toda la población, desde el sector integrista al laico.
La defenestración de Lamuri, cantada por todos los observadores, pone en evidencia las dificultades del poder para dialogar con un sector de islamistas moderados, de quienes el ministro de Asuntos Religiosos ha venido siendo considerado como uno de sus interlocutores más válidos. Lamuri, de 53 años de edad, imam en excedencia y profesor de filosofia, es una herencia del anterior Gobierno de Gozali, cuando trataba de integrar y contentar a todas las fuerzas políticas, entre ellas a los sectores religiosos moderados.
Ministro anticomunista
Pero Sasi Lamuri colocó al Gobierno en una situación incómoda hace pocas semanas, cuando en una plática religiosa del viernes televisada se dirigió de forma figurada a los integristas para preguntarles: "¿Por qué matáis a los policías si no son comunistas?". Esta frase ha provocado las iras de amplios sectores de la población, ya que tras ellas se esconde el subconsciente de un ministro que antaño militó en el bando islamista y cuyo peor enemigo son los laicos y los comunistas, quienes ahora constituyen el soporte civil más importante con que cuenta el Gobierno.La salida de Lamuri y el posible cambio de algún que otro ministro otorgarían al jefe de Gobierno un nuevo balón de oxígeno, que permitiría al Ejecutivo y al Alto Comité de Estado ganar tiempo y continuar con su proceso de reconducción democrática del país y desactivar el fenómeno integrista. La remodelación ministerial conllevará la aprobación de un nuevo paquete de medidas antiterroristas, cumpliéndose así las reivindicaciones de los millares de argelinos que salieron ayer a la calle.
Las acciones de la guerrilla integrista continúan, según asegura la agencia oficial APS. La más importante de ellas se desarrolló en Jijel, donde un comando atacó una caravana de la gendarmería, mató a dos funcionarios e hirió a otros tres. Este ataque se perpetró pocas horas después de que finalizaran las manifestaciones contra el terrorismo.
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