Las repúblicas tratan de sacar provecho del desconcierto
Las repúblicas de la Federación Rusa ayer trataron de sacar partido de la situación crítica que vivía el centro de poder político del Estado para fortalecer sus posiciones. Vasili Lijachov, vicepresidente de Tatarstán, se apresuró a declarar ayer que para superar las contradicciones entre una anticuada Constitución y la realidad hay que "firmar pactos y acuerdos bilaterales entre el Centro y las regiones". En otras palabras, reforzar la autonomía de las provincias y repúblicas de la Federación Rusa.La república de Tuvá, la última en ingresar en la URSS -1944- puede llegar a plantearse la salida de la Federación Rusa, según sus dirigentes, que ayer reunieron el Parlamento local y criticaron duramente los decretos de Yeltsin. Jakasia, otra de las 20 repúblicas federativas, también se pronunció en favor del Parlamento.
En general, en las provincias rusas se repite la dualidad de poderes que existe en Moscú: los jefes de administración, nombrados por Yeltsin, apoyan las decisiones del presidente, mientras que los sóviets provinciales, elegidos en votación directa, respaldan al Parlamento.
La decisión de Yeltsin de destituir a los jefes de administración de Irkutsk y Novosibirsk tampoco han encontrado comprensión en estas provincias. El vicejefe de la administración de Irkutsk y el propio representante de Yeltsin firmaron una declaración en la que dicen que el cese de Yuri Nóvikov "contradice los intereses de la provincia". La respuesta en Novosibirsk ha sido también contundente: Vital¡ Muja, el jefe destituido, piensa ignorar el decreto y sus partidarios han creado el Comité de Defensa de la Constitución.
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