Cada comunidad podrá subir o bajar el impuesto

El acuerdo sobre corresponsabilidad fiscal que prepara el Gobierno se basa en la propuesta ya conocida de cesión de un tramo del 15% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pero introduce tres grandes novedades:

1. Las comunidades podrán subir o bajar la parte cedida del IRPF, de forma que la presión fiscal por renta personal podrá variar en cada comunidad en función de las necesidades de su Gobierno autonómico.

2. Las autonomías tendrán capacidad normativa sobre algunos de los tributos cedidos.

3. El Gobierno buscará fórmulas para evitar que la cesión del IRPF perjudique recaudatoriamente a las comunidades y no descarta evitar también que algunas salgan más beneficiadas que otras. La cesión de un tramo variable del IRPF, en lugar del tramo fijo que hasta ahora se venía contemplando, significa un retorno a la propuesta lanzada por el Gobierno en el Libro Blanco sobre la reforma del IRPF de junio de 1990, que parecía definitivamente aparcada. Esta propuesta permite que la comunidad establezca un recargo sobre el tramo cedido, aunque normativamente no es el llamado recargo autonómico.

En sentido contrario, el Gobierno autónomo podrá reducir ese tramo para aliviar la presión fiscal que soportan sus ciudadanos. Es decir, el Estado recaudaría el 85% del IRPF y la comunidad el 15% restante, con la particularidad de que ese 15% podría aurnentarlo o disminuirlo.

La segunda novedad es el traspaso a las comunidades autónomas de la capacidad normativa sobre alguno o varios de los tributos cedidos, probablemente el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Hasta ahora, las comunidades gestionan y recaudan para sí los impuestos sobre Sucesiones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados y Tasas sobre el Juego, pero la normativa la fija el Estado.

Fondos de nivelación

Por último, el Gobierno garantizará a las comunidades que no resultarán perjudicadas por la cesión del IRPF y utilizará los Fondos de Nivelación de Servicios contemplados en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) para subvencionar a las que habrían recaudado más con el sistema actual que con la cesión del IRPF. El Gobierno no descarta, asimismo, establecer mecanismos que impidan también que una comunidad aumente más que otra su recaudación gracias a la cesión del IRPF.La cesión de un tramo del IRPF tiene efectos neutrales en su primer año de aplicación, porque el Gobierno resta del total de la cantidad de financiación lo mismo que recibe cada comunidad por el traspaso de su renta.

El problema viene al tener en cuenta la evolución en años futuros de esa parte traspasada. Los criterios de este proceso aún no han sido explicados por Hacienda. Se trata, en todo caso, de evitar que esa evolución discrimine a unas comunidades sobre otras o sea negativa por causas ajenas a lo que se entie de puramente como una relajación de la corresponsabilidad fiscal.