El Gobierno se compromete a presentar una fórmula de corresponsabilidad fiscal entre las autonomías

El Gobierno se comprometió ayer en el Senado a convocar en las próximas semanas el Consejo de Política Fiscal y Financiera para cerrar una fórmula de corresponsabilidad fiscal entre las comunidades autónomas, en respuesta a las presiones procedentes del Partido Popular (PP) y de Convergéncia i Unió (GU). Ése fue el principal compromiso adquirido en el debate sobre el estado de las autonomías, celebrado ayer en la Cámara alta. El enfrentamiento final entre el ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, y el portavoz del Partido Popular (PP), Alberto Ruiz-Gallardón, a cuenta de la corresponsabilidad fiscal y la propuesta de Administración única, animó un debate soporífero de casi siete horas.

Dos datos ilustran la baja expectación del debate. El jefe de Gobierno, Felipe González, no lo cerró y sólo asistió durante dos horas, mientras sólo cuatro de los 17 presidentes autonómicos atendieron la invitación del presidente del Senado, Juan José Laborda.El pacto autonómico, firmado en febrero de 1992 entre el Gobierno del PSOE y el PP, y que armonizó sus posiciones ante la construcción del Estado de las autonomías no fue óbice para que el enfrentamiento entre Eguiagaray y Ruiz-Gallardón se convirtiera en el eje del debate. Primaron las razones electorales sobre un análisis de fondo de la situación autonómica, tal y como se encargó de recordar el portavoz de CiU, Joaquim Ferrer.

El portavoz del PP atacó al Gobierno por lo que, a su juicio, es uno de sus puntos más débiles y que le enfrenta también a la tercera fuerza del Senado, los nacionalistas catalanes: la ausencia de una fórmula de corresponsabilidad fiscal para financiar las comunidades autónomas.

Ruiz-Gallardón, en una intervención parlamentaria efectista, aseguró que el Gobierno carecía de una fórmula, pese a la promesa hecha por el ministro en la presentación del debate. Ruiz-Gallardón había señalado la continuidad de las diferencias entre el secretario general del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Raimon Obiols, y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Posteriormente echó mano de unas declaraciones de Felipe González unos momentos antes en los pasillos del Senado. "No tienen la fórmula. Felipe González ha dicho que la hará pública cuando la tenga disponible", señaló el portavoz del PP.

Eguiagaray, quien insistió en su turno de réplica que existía tal fórmula y en las próximas semanas se enviaría al Consejo de Política Fiscal y Financiera, atacó al portavoz del PP por lo que, a su juicio, es su punto más débil: la propuesta de administración única. "Hay tantas versiones de administración única como miembros del PP que hablan sobre ello. Es el cuento de la buena pipa", dijo el ministro.

Administración del franquismo

.[Antes del debate, Eguiagaray había declarado a Radio Nacional que no había conocido más administración única que la del franquismo. "Espero no conocer ninguna otra" añadió.)El rifirrafe entre ambos políticos estuvo acompañado de aplausos y abucheos, aunque predominó el bullicio en los escaños del PP. No faltó un ataque de Ruiz Gallardón a Felipe González, de quien dijo que "está agotado". Esto elevó el tono del debate y originó una réplica de Eguiagaray en estos términos: "No sé si tendremos el honor de verle a usted en el lugar de Aznar".

Ruiz-Gallardón asombró a quienes conocen su fecha de nacimiento al afirmar erróneamente que cuando se sometió a referéndum la Constitución, el 6 de diciembre de 1978, él no tenía edad para votar. El senador del PP replicó a Eguiagaray que no se le podía responsabilizar de las reticencias de su partido sobre el título octavo de la Constitución, relativo a las autonomías, "porque no tenía edad para votar". En realidad, entonces tenía 19 años y sí tenía derecho a voto. Ruiz-Gallardón atribuyó posteriormente su afirmación a un despiste.

El Gobierno fracasó en su intento de conseguir que el debate se centrara en la cooperación entre las comunidades autónomas por la vía de las conferencias sectoriales, planteado como la segunda y actual fase de los pactos autonómicos, firmados entre el PSOE y el PP. El PP, interesado en buscar la diferenciación con el Gobierno, no entró en ese problema, y los nacionalistas vascos y catalanes lo eludieron.

Hubo receptividad entre los grupos parlamentarios a la propuesta gubernamental sobre descentralización de competencias de las comunidades autónomas a los municipios. Pero la situación de las ciudades de Ceuta y Melilla -uno de los puntos aparcados del pacto autonómico- dio lugar a un nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y el PP.