Clinton debuta como jefe de las fuerzas armadas

El mismo día que el presidente Bill Clinton hizo su debú como comandante en jefe de las fuerzas armadas con una visita al portaaviones Roosevelt, el secretario de Defensa, Les Aspin, recomendaba el cierre de 30 bases militares en Estados Unidos y la reducción de medios en otras 122, un recorte de gastos que ha sido considerado excesivo por algunos portavoces militares.Les Aspin presentó ayer su proyecto para reducir de manera considerable el presupuesto de Defensa, que afecta especialmente al Estado de California, donde está localizada casi una tercera parte de las bases incluidas en los planes de clausura. Los cierres supondrán la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo en algunas áreas donde el desempleo es ya actualmente superior a la media nacional.

Preocupado por el impacto económico que tendrá esta medida en las regiones afectadas, Clinton anunció el jueves un programa de 20.000 millones de dólares para ayudar a los trabajadores y a las comunidades que se vean perjudicados por los cierres.

Clinton ha ofrecido diversas fórmulas de jubilación anticipada para los soldados y trabajadores civiles que pierdan su empleo, así corno una inversión en puestos de trabajo alternativos para compensar el malestar creado.

Eso no elimina por completo las reticencias de algunos portavoces militares, que critican el hecho de que los recortes presentados por esta Administración superan considerablemente los previstos por George Bush y que temen que esto suponga el debilitamiento de las fuerzas armadas norteamericanas, las más poderosas del mundo.

Para superar esas dudas, Bill Clinton, el primer presidente desde la II Guerra Mundial que no vistió el uniforme y un activo opositor en su juventud a la guerra de Vietnam, compareció ayer en un acto militar para asistir a algunos ejercicios de vuelo y conversar con algunos de los 6.200 tripulantes del portaaviones Theodore Roosevelt.