Polémica en todo el mundo
La historia de la popularmente llamada píldora abortiva, la RU-486, ha sido tensa desde sus comienzos. Su corta existencia de 12 años -fue en 1981 cuando Baulieu propuso al profesor Walter Herzmann su empleo en mujeres- ha dado mucho que hablar y que escribir.
Los ensayos obtuvieron un alto grado de efectividad, y el 23 de septiembre de 1988 se autorizó su comercialización y uso en Francia, a cargo de los laboratorios Roussel-Uclaff, que son los que habían desarrollado toda la investigación. Un mes después, el 26 de octubre de 1988, los laboratorios decidieron retirar del mercado la píldora ante las presiones ejercidas por grupos antiabortistas. Sin embargo, el Gobierno francés ordenó de forma inmediata que se reanudara la venta del producto "en interés de la salud pública".
Las reticencias hacia la píldora han llevado a los laboratorios Roussel-Uclaff a condicionar su distribución internacional a los resultados que se obtuvieran en Francia.
El fabricante extremó el control de su distribución para que sólo pudiera conseguirse en los 793 centros franceses en que se pueden practicar interrupciones voluntarias del embarazo y bajo estricto seguimiento. En febrero de 1990, la Seguridad Social francesa decidió incluir la píldora RU-486 en la lista de medicamentos cuyo coste es reembolsado por el Estado a los ciudadanos. Se calcula en unas 200.000 el número de píldoras tomadas en el país vecino entre 1988 y 1992.
El segundo país que autorizó la utilización de la RU-486 fue el Reino Unido, en julio de 1991. Las condiciones de utilización son las mismas que en Francia.
Lucha de los antiabortistas
El debate en los distintos países ha sido muy enconado. En Italia hubo, a finales de 1989, un fuerte enfrentamiento tras la iniciativa de Elena Marinucci, subsecretaria del Ministerio de Salud italiano, para introducir su uso en este país. Finalmente, en junio de 1991, la compañía farmacéutica Hoechst decidió no comercializar la píldora en Italia alegando problemas éticos.Estados Unidos es uno de los principales campos de batalla por la introducción y uso de la famosa píldora. Curiosamente, fueron grupos antiabortistas norteamericanos los que más lucharon contra su aprobación en Francia. Especial eco público tuvo el caso de una mujer a la que se le incautaron píldoras compradas en el Reino Unido.
La campaña electoral del pasado mes de noviembre sirvió para que Bill Clinton se declarara favorable a la autorización de la RU-486, postura que apoyó de nuevo en enero de 1993 al firmar unos decretos que revocaban regulaciones contra el aborto firmadas por sus predecesores en la presidencia de EE UU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.