El Prado subterráneo busca la luz pública

El anteproyecto de la ampliación del Museo del Prado, presentado por el ministro. de Cultura, Jordi Solé Tura, al patronato y a los medios de comunicación el pasado 23 de noviembre, se expondrá en unas nuevas salas del museo durante mes y medio. En este tiempo, instituciones y público conocerán a través de planos, maquetas y videos las nuevas áreas para uso público, vestibulos, despachos y salas temporales en tres plantas subterráneas situadas en la zona de la puerta de Goya del edificio de Villanueva, en el' paseo del Prado madrileño. El real patronato del museo iba a dar su opinión en diciembre, pero la dimisión de su presidente, José Ángel Sánchez Asiaín, "por motivos personales"el pasado mes de enero, ha abierto una crisis en este órgano rector colegiado, con una opinión muy dividida y ante la renovación de sus miembros en julio.

Los miembros del patronato conocieron casi a la misma hora que la opinión pública la maqueta y primeros planos del anteproyecto de ampliación del Museo del Prado. Cinco días antes, el ministro de Cultura estudiaba la propuesta de la dirección del museo para intentar solucionar las "gravísimas carencias de zonas para el público". Las tres plantas subterráneas en la zona de la puerta de Goya aportarían una superfie útil de 8.322 metros cuadrados, dedicados sobre todo a servicios públicos (entre dos millones y dos millones y medio visitan cada año el edificio Villanueva y el Casón del Buen Retiro) y salas de exposiciones temporales. El anteproyecto es de Francisco R. Partearroyo, arquitecto del museo desde 1986.La dirección del museo confía en que el actual patronato pueda decidir en el mes de junio si se realiza o no esta ampliación, según las amplias funciones que le corresponde de acuerdo con el decreto de 1 de agosto de 1985 que constituía el Prado como organismo autónomo. La decisión se iba a producir en diciembre, pero la dimisión de. Sánchez Asiaín, el nombramiento de José Manuel Pita Andrade como presidente en funciones y la petición de una información pública la ha retrasado hasta tocar el mes de julio, cuando se designarán nuevos miembros.

El patronato tiene vocales natos (presidente de la Comunidad, alcalde, directores generales del Patrimonio del Estado, Bellas Artes, Museos Estatales, director del patronato, del Prado y director honorario -Alfonso Pérez Sánchez-, vocales designados -José María Azcárate y Manuela Mena- y de libre designación -Gonzalo Anes, Plácido Arango, Jaime Carvajal, José Luis Yuste, Rodrigo Uría, Enrique Rúspoli, Manuel Gutiérrez Aragón, Manuel Gómez de Pablos, Eduardo Mendoza y Juan Abelló-). Estos vocales son designados por el ministro de Cultura, y entre los patronos se elige al presidente.

Según fuentes del entorno del patronato, los miembros del mismo están divididos casi por la mitad sobre el anteproyecto de ampliación, aunque hay que tener en cuenta el peso de la Administración. En los patronos hay más sorpresa que oposición, por la forma de conocer la ampliación, considerada un parche, ya que siguen pensando que los problemas del museo requieren una ampliación en superficie. En las reuniones mensuales de la comisión permanente, junto a los retratos de Mengs, se recuerdan las promesas de Solé Tura de la incorporación del Museo del Ejército y del Ministerio (le Agricultura, en Atocha. "El Prado está cogido en una tenaza, entre la falta de espacio y la dependencia de la burocracia". Otra intención de Solé Tura era el paso de organismo autónomo a ente público. El sector duro del patronato está encabezado por Alfonso Pérez Sánchez, director honorario. "El anteproyecto no me gusta, no resuelve nada, es una inversión muy cara y un error grave desde el punto de vista estético. La solución es un edificio próximo y noble en el que se pueda intervenir con libertad, que sólo se da en el actual Ministerio de Agricultura. Dos o tres personas más del patronato compartimos esta opinión".

El director, Felipe Garín, busca una "solución consensuada" desde el convencimiento de que se cubre una necesidad urgente. "Creo en un museo del siglo XX". Inmaculada Canet, gerente desde el mes de mayo, considera "absolutamente vital" la ampliación para atender las demandas culturales. Los nuevos espacios tienen un presupuesto de 2.800 millones de pesetas; para este año ya se han adjudicado 400, y para los próximos se cuenta con el patrocinio privado. "La crisis se nota. Los patrocinadores están quemados por el 92".

El arquitecto Francisco R. Partearroyo piensa que es una propuesta "razonable y posible". "El debate está en hacer un museo moderno o dejarlo como está. Se ha dicho que es como la reforma del Louvre, y no es verdad, ya que es mejor y más barata". Cree que los concursos públicos no son la solución. "Va a ser el proyecto más democrático, ya que todo el mundo va a opinar".