Bill Clinton anuncia el un endurecimiento del embargo contra Serbia
ANTONIO CAÑO, Los mediadores internacionales afrontaron ayer una ronda de negociaciones sobre Bosnia-Herzegovina que parecía ser la buena: los representantes de la comunidad musulmana estaban a punto de aceptar la división territorial del plan elaborado por David Owen y Cyrus Vance. Para empujar un acuerdo lo más rápidamente posible, el presidente norteamericano, Bill Clinton, anunció ayer un "vigoroso endurecimiento" de las sanciones contra Serbia.
"Estamos buscando las fórmulas para endurecer el embargo, y lo estamos haciendo ahora mismo, mientras estamos hablando. Las medidas definitivas serán anunciadas muy pronto", aseguró el presidente Clinton en una, conversación con los periodistas. Al mismo tiempo, en Nueva York, se daban los retoques finales para alcanzar un acuerdo que represente un sustancioso avance en las negociaciones de paz en Bosnia-Herzegovina.La declaración de Clinton parece un anticipo de un plan, coordinado entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido Rusia, tradicional aliado de Belgrado, para cerrar el cerco diplomático sobre los serbios, una vez que los musulmanes bosnios suscriban por completo el acuerdo de Vance y Owen.
EE UU, que parece haber convencido a los musulmanes para que acepten el reparto territorial de Bosnia, quiere a cambio el respaldo de los países europeos y de Rusia para que Serbia y los serbios de Bosnia, queden aislados y obligados a plegarse a la voluntad de la comunidad internacional.
Las medidas de presión que ayer estudiaban los miembros permanentes del Consejo de Seguridad afectarán, según fuentes diplomáticas, principalmente al Gobierno de Belgrado, aunque también se podrían aplicar otras formas de presión a la comunidad serbia de Bosnia.
El trabajo silencioso de Owen y Vance en los últimos días, apoyados por el representante especial norteamericano, Reginald Bartholomew, podría obtener sus frutos en las próximas horas. David Owen no quiso adelantar ayer detalles sobre la negociación, pero reconoció que está "esperanzado" y que confía en que se pudiera anunciar algo positivo en la noche del viernes.
Ayer, Owen y Vance se reunieron durante tres horas con Alia lzetbegovic, presidente musulmán de Bosnia, fuera de la sede de la ONU. Tras su entrevista, el portavoz oficial de los mediadores anunció que las conversaciones se reanudarán hoy. Aunque no quisieron detallar el contenido de la reunión, Vance y Owen se mostraron esperanzados. De hecho, tanto Izetbegovic -que tenía previsto salir hoy de Estados Unidos- como Karadzic han anunciado su intención de permanecer en Nueva York. "Esto es un factor positivo", dijo Vance.
La intervención de Estados Unidos ha sido, a juicio de los observadores, fundamental para convencer al líder de la comunidad musulmana de que acepte la negociación sobre la partición territorial. A cambio, según fuentes de la ONU, se le ha ofrecido a Izetbegovic una cierta modificación de las fronteras en beneficio de los musulmanes y la garantía de que las Naciones Unidas tomarán el control de las armas pesadas de los serbios, una vez alcanzado el acuerdo de paz.
Aislado y a la defensiva, después de las amenazas formuladas el jueves contra Estados Unidos, el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, ha advertido que su comunidad no aceptará poner sus armas pesadas bajo control de la ONU ni un reparto territorial que beneficie a sus enemigos. Los serbios controlan ahora militarmente el 70% del suelo de Bosnia-Herzegovina.
Karadzic ha declarado que el reparto territorial que se le ofrece obliga a los serbios a replegarse a zonas que ya ocupaban desde antes del inicio de la guerra. Al mismo tiempo, Karadzic recuerda que el compromiso de desarme que él aceptó, no le obliga a poner sus armas bajo control internacional, sino simplemente a facilitar información sobre el armamento de que dispone.
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