Los servicisos antíterroristas del Elíseo espiaron a un periodista de 'Le Monde'
Los socialistas franceses van a tener que apurar hasta las heces el caliz de los escándalos. A dos semanas de las elecciones, su reputación acaba de sufrir una nueva estocada. Los franceses se enteraron ayer de que el Elíseo espió en 1985 y 1986 a Edwy Plenel, un reportero de Le Monde especializado en periodismo de investigación. La célula antiterrorista del palacio presidencial escuchaba ilegalmente sus conversaciones telefónicas.
Este nuevo escándalo puede marcar un definitivo punto de ruptura entre la prensa y los socialistas franceses y, en particular el primero de ellos, el presidente François Mitterrand. "Las orejas del Elíseo han actuado con toda impunidad fuera del campo del derecho y fuera del campo democrático", escribió el director de la redacción de Le Monde, Bruno Frappat. Y añadió: "Tras doce años de presidencia, un montón de escándalos y tantas renuncias a los ideales, esta iluminación retrospectiva sobre los métodos de la policía política de la cúspide del Estado no debería dejar indiferente a ningún ciudadano".Plenel es uno de los grandes investigadores de Le Monde. En un libro recién publicado, La part dombre, este periodista que se proclama de izquierdas confiesa su profunda amargura por el hecho de que la presidencia de Mitterrand haya conocido tal multiplicación de turbios asuntos políticos y financieros. "He explorado los secretos y las mentiras del régimen de Mitterrand y no puedo ocultar mi cólera ante tantas traiciones a los valores de izquierda", dice Plenel.El asunto 'Greenpeace'
A finales de 1985, Plenel, que ya había participado en la investigación del escándalo del Rainbow Warrior, que llevó a la renuncia del ministro socialista de Defensa, Charles Hernu, investigaba el caso de los irlandeses de Vincennes. La célula antiterrorista del Elíseo, un invento de Mitterrand dirigido por el supergendarme Christian Prouteau, había anunciado a bombo y platillo la detención de un peligroso grupo terrorista. Pero todo era un montaje. Incluso las armas descubiertas a los irlandeses habían sido puestas en sus hogares por orden del Elíseo.
Plenel expresa en su libro su convicción de haber sido sometido a escuchas telefónicas y registros domiciliarios a fin de 1985 y comienzos de 1986. Esa sospecha fue confirmada ayer por el diario Libération, que publicó 16 informes "secretos" de la célula antiterrorista del Elíseo en los que se detallan las conversaciones escuchadas a Plenel en ese período.
Esos documentos confirman que esa célula, que funcionó entre 1982 y 1986, actuó como una policía paralela al servicio del presidente. Sus turbias actividades no se limitaron a inventar falsas operaciones antiterroristas, sino que se extendieron al espionaje de los periodistas que investigaban algunos de los más graves escándalos de la primera mitad de la década de Miterrand.
"La izquierda", escribió ayer Libération, "parece haber olvidado que debe rendirse cuenta de cómo se ejerce el poder, sobre todo cuando se atenta contra el Estado de derecho". Plenel y Le Monde anunciaron que iban apresentar una querella.
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