Al Gobierno Revolucionario por la cloratita
Los servicios de información temían un atentado en Madrid, aunque, en principio, concentraban tal hipótesis en la organización terrorista ETA, si bien los GRAPO suelen actuar en fechas relacionadas con acontecimientos de índole socioeconómica. Los GRAPO no resistieron la tentación de atentar 24 horas después de un debate parlamentario sobre el paro.No en vano, el 30 de abril de 1992, última acción con víctimas de este grupo, dos policías resultaron heridos en sendos atentados con bomba en el Ministerio de Trabajo y la sede del INI en Madrid. La policía interpretó estos atentados como una respuesta al decretazo, el paquete de medídas restrictivas para cobrar el subsidio de desempleo que fue aprobado entonces por el Congreso de los Diputados.
Si la teoría de los GRAPO pasa por la consecución del "Gobierno revolucionario", su práctica, cercana a la delincuencia común, se traduce en la colocación de bombas con cloratita y en el atraco a furgones blindados para financiarse, más extorsiones a empresarios.
El Ministerio del Interior concentra las sospechas del triple atentado de ayer en Madrid en el único comando que supuestamente le queda operativo a los GRAPO, compuesto por Fernando Silva Sande, Isabel Santamaría del Pino, Ramón Teijelo, Valentín Benito Íñigo y Enrique Cuadra Echandía. Casi todos ellos fueron identificados como los autores del atraco a un furgón blindado en Barcelona el pasado 11 de enero.
Detención en Santander
El último golpe asestado a la organización fue la detención, el 5 de diciembre de 1992, en Santander por la Guardia Civil del comando central de los GRAPO, principal grupo operativo de esta banda terrorista. La detención de Laureano Ortega Ortega, Encarnación León Lara y Elvira Diéguez Silveira se produjo cuando el comando acababa de asaltar un furgón blindado con la recaudación del supermercado Pryca.
Los GRAPO surgen el 1 de octubre de 1975 con el asesinato de cuatro policías. Desde entonces, han asesinado a unas 70 personas y cometido secuestros como los de José María Oriol y Urquijo y el teniente general Emilio Villaescusa, en sus primeros años de actividad terrorista. También asesinaron a tres militares: el general de brigada Agustín Muñoz Vázquez, el 5 de marzo de 1979; el soldado de escolta de la Policía Militar Florentino García Siller, el 29 de julio de 1980, y el general Andrés González de Suso, el 4 de mayo de 1981.
En enero de 1985 cayeron los comandos de Galicia-Asturias, Norte, Barcelona y Madrid, pero a partir de 1988 los GRAPO volvieron a reaparecer y a actuar con frecuencia.
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