El frenesí de Arshile Gorky

Tras haberse podido contemplar en nuestro país, hace unos pocos anos, una excelente muestra sobre Arshile Gorky (Khorkom Vari, Turquía, 1905-Nueva York, 1948), uno de los pioneros y de los más dotados entre los protagonistas históricos de la. Escuela de Nueva York, no creo que sea necesario subrayar su excelencia, a pesar de fallecido prematuramente de forma trágica, y, por tanto, casi antes de que viera los frutos de ese estado de frenética energía creativa que dilapidó él y sus compañeros de batalla.Dado que una de las desgracias que precipitaron el suicidio de Gorky fue el incendio que en 1946 destruyó una parte importante de su obra reciente, guardada en su estudio de Connecticut, se entiende, por otra parte, lo muy valorada que está la escasa parte restante, un dato que hay que tener en cuenta para apreciar que estén a la venta en una galería madrileña siete de sus dibujos. Algunos de éstos pertenecen a bocetos realizados con motivo de la célebre ayuda federal a artistas en la década de los treinta, y otros, directamente de sus últimos años. En cualquier caso, Gorky fue el más dotado para el dibujo de entre este extraordinario grupo de artistas, y su evolución se resiente menos en esta disciplina.

Por todo ello, esta pequeña exposición de cámara tiene sobrados elementos para sacar provecho y para adentrarse en universo sutil, orientalizante y biomórfico de este sensible armenio de trágico destino.