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Detenido el 'número tres' de Fiat por el presunto pago ilegal de comisiones a la Democracia Cristiana

Francesco Paolo Mattioli, director financiero de Fiat desde 1981, hombre de confianza del consejero delegado Cesare Romiti y número tres en el organigrama del gigantesco grupo industrial italiano, fue detenido ayer en Turín. Al mismo tiempo y en la misma ciudad, era detenido Antonio Mosconi, presidente de Toro Assicurazioni, la aseguradora del holding que preside Giovanni Agnelli. Al parecer, ambos dirigentes han sido acusados por Maurizio Prada, ex secretario general de la Democracia Cristiana (DC) en Milán, de haber decidido el pago de una comisión ilegal de unos 135 millones de pesetas para su partido.

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La detención de Mattioli, que dio lugar a un registro de su despacho, situado en la sede central de la Fiat, en Corso Marconi -todo un símbolo del poder económico en Italia-, donde también tiene su oficina el avvocato Agnelli, representa la mayor implicación de una gran empresa, derivada de las investigaciones judiciales sobre la financiación ilegal de los partidos.Prueba de ello es que la caída de todos los títulos del grupo turinés provocó el cierre de la bolsa con una caída del índice general del 0,36%, a pesar de que las empresas privatizables subieron, como consecuencia del reajuste gubernamental decidido el pasado domingo. La lira registró un nuevo mínimo histórico de 964,25 por marco, sin que fuera posible saber cuánto de ese descenso se debía a las noticias de Turín y cuánto al nuevo Gabinete.

Con una facturación de más de 52 billones de liras en 1991, el grupo Fiat, es, en efecto, el segundo de Italia, detrás del estatal Istituto per la Ricostruzione Industriale (IRI). Dentro de ese gigante que emplea a más de 250.000 personas en una decena de países y se sitúa en las primeras filas de ranking empresarial europeo, Mattioli, de 52 años, licenciado en Derecho y llamado a Fiat en mayo de 1975 por el propio Romiti, gestiona todas las actividades no industriales del grupo, desde las financieras hasta la construcción o los seguros, pasando por las de comunicación, donde confluyen los intereses de Fiat en diarios italianos como Il Corriere della Sera y La Stampa o el español El Mundo.

En ese contexto, Mattioli es también presidente de la Cogefar Impresit, la constructora del grupo Fiat, que se encuentra implicada en las investigaciones de Milán desde el pasado verano, cuando fue detenido el entonces consejero delegado, Enzo Papi. Mosconi, el otro detenido ayer, había desempeñado la dirección central del sector de ingeniería civil de la Fiat y la presidencia de Fiatimpresit, que absorbió la Cogefar, hasta que asumió la dirección ejecutiva de Toro a finales del pasado año.

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Metro y autobuses

El ya citado Maurizio Prada había declarado haber recibido de Enzo Papi 1.800 millones de liras entre 1990 y 1991, como contrapartida de adjudicaciones a empresas del grupo Fiat en los ámbitos de los autobuses municipales milaneses, de la construcción de una nueva línea de metro y de un circuito local ferroviario.

La semana pasada, el democristiano arrepentido volvió ante los jueces para declarar, según informaciones no oficiales, que, en realidad, Papi había sido un mero pagador y que las comisiones citadas las había acordado él directamente con el director financiero de Fiat, Mattioli, y con Mosconi. Al parecer, Prada ha hablado de una cena que celebró en 1988 con estos dos altos ejecutivos y en la que, más que de comisiones y porcentajes, se trató de las relaciones del grupo Fiat y los partidos políticos en el contexto de los proyectos de obras, que existían en Milán.

Enzo Papi dimitió de su cargó como consecuencia de las acusaciones de Prada, y fuentes de la dirección central de Fiat, aún expresando su confianza en el ex, empleado, manifestaron entonces que, si hubiera alguna actuación ilegal, la responsabilidad de la misma sería exclusiva de Papi. Dos concesionarios implicados, en el mismo sumario, uno de Iveco, la empresa de camiones de la. Fiat, propietaria de la española Enasa Pegaso, y otro de la división de ferrocarriles perdieron. sus contratos.

Ayer, el grupo Fiat "conoció con vivo estupor" la detención, de sus dos altos ejecutivos, hacia los que exprimió "su viva solidaridad y absoluta convicción de que los dos dirigentes, que han desarrollado siempre sus cargos con la máxima dedicación y corrección, demostrarán cuanto antes que son absolutamente ajenos a cualquier circunstancia que se les reproche".

Junto a las casi totalidad de las grandes constructoras, las investigaciones sobre la financiación ilegal de los partidos en Italia han implicado a empresas de sectores tan diversos como los servicios de limpieza o el transporte marítimo y, por supuesto, a todos los grandes grupos estatales que son la base del sistema.

En el sector privado, ha sido investigado también Lorenzo Panzavolta, ejecutivo del grupo Ferruzzi -el sexto del ranking italiano- y los jueces han interrogado a Raúl Gardini, ex presidente de dicho grupo por la fallida fusión de Montedison con la estatal Eni. En esta operación, se buscan comisiones multimillonarias. Giuseppe Garofano, sucesor de Gardinien la presidencia de Montedison, lleva semanas fuera de Italia.

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