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Crisis en un motor de la economía

Enric González

La caída de un 52% en las ventas de automóviles en España en enero ha desatado una sensación de crisis en todo el sector, en el que las regulaciones de empleo afectan a 150.000 trabajadores y podrían extenderse a otros 45.000, según los fabricantes; los sindicatos sostienen que las empresas están exagerando para justificar nuevas regulaciones. Con todo, la caída de ventas, aunque más moderada, afecta también al resto de Europa. Sólo Estados Unidos parece haber llegado al final del túnel, mientras Japón vive una política de alianzas Impensable tiempo atrás. Los fabricantes japoneses, a pesar de sus problemas internos, prosiguen su lento desembarco en el mercado europeo.

El reto japonés

El reciente cambio de estrategia de Mercedes-Benz, el más sólido fabricante europeo, no sólo demuestra que la industria automovilística de la CE está en horas bajas: revela también que la batalla crucial, la tecnológica, se va decantando a favor de los japoneses.:'Mercedes-Benz anuncia que prestará. especial atención a sus vehículos industriales y que, por primera vez, fabricará algo parecido a un utilitario. Implícitamente, admite que su producto más significado -la berlina de lujo, con un elevado porcentaje de innovación tecnológica- pierde mercado. Y reconoce que no está en condiciones de dedicar tantos recursos como hasta ahora a la búsqueda de la excelencia mecánica y a la innovación tecnológica.

Las innovaciones surgen de los bólidos de competición y de los vehículos de lujo (las dos gamas en que los costes son secundarios) y se aplican posteriormente a los coches de consumo masivo. Mercedes-Benz ha producido muchas de las novedades que permiten en este momento a los utilitarios europeos ser todavía competitivos: si reduce la investigación en las Firmas más creativas de la CE, como Mercedes-Benz, Japón tomará la delantera. Primero, en las gamas más altas; después, definitivamente, en los coches medios y los utilitarios. En 1994 su cuota de mercado en Europa alcanzará el millón de coches.

Mercedes ha admitido un hecho preocupante: un tercio de sus trabajadores se destina a asegurar la máxima calidad, corrigiendo los errores cometidos en la cadena de producción; las firmas japonesas dedican sólo un 5% de sus trabajadores a ese repaso final y, sin embargo, la calidad es cada vez más comparable a la ofrecida por Mercedes-Benz. Japón está en condiciones de ofrecer la misma calidad que la más selecta firma europea... con menor coste.

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