Crisis en un motor de la economía
La caída de un 52% en las ventas de automóviles en España en enero ha desatado una sensación de crisis en todo el sector, en el que las regulaciones de empleo afectan a 150.000 trabajadores y podrían extenderse a otros 45.000, según los fabricantes; los sindicatos sostienen que las empresas están exagerando para justificar nuevas regulaciones. Con todo, la caída de ventas, aunque más moderada, afecta también al resto de Europa. Sólo Estados Unidos parece haber llegado al final del túnel, mientras Japón vive una política de alianzas Impensable tiempo atrás. Los fabricantes japoneses, a pesar de sus problemas internos, prosiguen su lento desembarco en el mercado europeo.
Cerca de 150.000 trabajadores, afectados por las regulaciones de empleo en el automóvil
W. OPPENHEIMER, Barcelona Cerca de 150.000 trabajadores se han visto afectados por las regulaciones de empleo que han puesto en marcha o aprobado los fabricantes de automóviles y la industria auxiliar de componentes, según CC OO. Este sindicato estima en casi 23.000 millones de pesetas el coste que estas regulaciones suponen para el Inem.
De los 143.700 trabajadores afectados por estas regulaciones (ver cuadro adjunto), 80.000 corresponden a cerca de 1.000 pequeñas empresas de la industria auxiliar. La caída de las producciones de los fabricantes ha reducido, consecuentemente, los pedidos de componentes.
La asociación que agrupa a los constructores españoles, ANFAC, ha pronosticado que si persiste la crisis de ventas en el sector, alrededor de 45.000 trabajadores podrían verse afectados por nuevas regulaciones de empleo. Los sindicatos consideran que estos pronósticos son 1"na amenaza fuera de lugar". Para el secretario de Estado de Industria, Alvaro Espina, son predicciones "alarmistas y poco realistas". Espina entiende que el sector "no se encuentra en una situación desastrosa pese al descenso de las ventas en enero", que ha alcanzado el 52%.
Según los datos de la federación estatal del Metal de CC OO, en 1992 la producción de automóviles creció un 8% sobre el año anterior, las ventas lo hicieron un 14,5% y las exportaciones por segundo año consecutivo llegaron al techo del 70% de la producción: de cada 10 coches que se fabricaron en España, siete se destinaron a los mercados exteriores. En opinión de la federación del metal de UGT, se está creando una psicosis "absolutamente exagerada".
Sindicatos y fabricantes se han enzarzado en una agria polémica, responsabilizándose mutuamente de la proliferación de regulaciones. Los sindicatos acusan a los fabricantes de cargar en las espaldas de Inem sus excesos de producción. CC OO estima que el instituto público deberá abonar casi 23.000 millones a los trabajadores afectados por las últimas y las próximas regulaciones. En realidad, el Inem se limita a adelantar estas cantidades , que el trabajador verá recortadas cuando tenga necesidad de acogerse al seguro de desempleo. Viene a ser la entrega de una cantidad a cuenta.
Las empresas, por su parte, aseguran que el coste que soportan por las regulaciones en España es muy superior al de otros países europeos, donde la regulación no exige el permiso administrativo. En España, el Inem corre con el 70% de los salarlos de los trabajadores afectados, que la empresa suele complementar hasta alcanzar el 90% o incluso en ocasiones el 100% del salario como compensación para que los -sindicatos apoyen el expediente. Los sindicatos advierten que las regulaciones también se pactan en otros países. "Volskwagen nunca pone en marcha una regulación en Alemania que no haya pactado antes con los sindicatos, aunque legalmente pueda hacerlo", advierten.
Los constructores también acusan a la Administración de hacer el juego a los sindicatos, al rechazar las regulaciones que no cuenten con el apoyo del comité de empresa. "El 95% de las -regulaciones que se presentan están pactadas de antemano entre la empresa y los trabajadores, y lo lógico es que la autoridad laboral las apruebe", advierten fuentes del Ministerio de Trabajo. Estas mismas fuentes han manifestado su sorpresa por las estimaciones sindicales acerca de los gastos que ocasionan al Inem las regulaciones "porque es una materia competencia de las comunidades autónomas y eso a nosotros nos dificulta mucho hacer estimaciones".
En el ojo del huracán
Una de las empresas que ha recurrido con más asiduidad a las regulaciones de empleo ha sido Seat-Volskwagen. La multinacional alemana instalada en España inaugurará precisamente mañana la nueva planta de Martorell, que conformará junto a las de Zona Franca de Barcelona y Landaben (Pamplona) una de las tres patas de la compañía.
La inauguración coincide no sólo con la crisis y la caída de ventas, sino con el aununcio de que Volskswagen reducirá 36.000 empleos hasta 1997, de los que 5.000 corresponden a Seat. Según fuentes de UGT, estos planes "están realizados en base a las plantillas de 25.000 trabajadores de hace dos años". En la actualidad, según estas fuentes, trabajan en Seat 22.500 empleados, de los que 1.000 se acogerán a jubilaciones anticipadas antes de 1997, por lo que "el sobrante real será de alrededor de 2.000 trabajadores y es algo que ya se está negociando ahora mismo en las discusiones sobre el plan industrial".
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