Los consumidores de la ex RDA evitan que la caída de ventas en Alemania sea mayor.
En 1992 se vendieron en Alemania 3,9 millones de automóviles, un 5,5% menos que en 199 1. EI descenso sería aún mayor si los consumidores de la antigua Alemania comunista no siguieran aún renovando su vieja flota, lo que supuso un aumento de las ventas de un 6,5%, ya que en la parte occidental del país la caída fue de un 8%. Sólo tres marcas aumentaron sus ventas: Volkswagen, que vendió 813.000 vehículos (3,2% más que que en 1991), BMW (244.000 y 5,5%) y Citroën (64.000 y 6,3%). Todas los demás perdieron ventas, incluidas las otras dos marcas del grupo Volkswagen (Audi y Seat).
Entre los grandes perdedores del año pasado figura Mercedes Benz, que por primera vez fue superada por BMW, su competencia más directa. La marca de la estrella de tres puntas vendió 256.000 automóviles en Alemania, un descenso de un 12, 1 % con respecto al año anterior. Los fabricantes japoneses resultaron también muy afectados por la reducción del mercado. Mitshubishi, por ejemplo, registró un descenso de ventas de un 34,5%; Honda, de un l,0,5%; Nissan, de un 9,9%; Toyoya, de un 9,9%, y Mazda, de un 7,9%.Los expertos vaticinan que este año se producirá una reducción adicional del mercado, que los más pesimistas llegan a situar en tomo a un 20%. Otro tanto sucede en el mercado europeo donde se prevé una reducción de medio millón de unidades. Ante estas perspectivas todos los grupos, con la sola excepción de BMW, han anunciado reducciones de plantillas. Opel, de la multinacional General Motors, tiene problemas de sobreproducción tras la inauguración de su nueva fábrica en Eisenach, en la ex RDA. Otro tanto le sucede a Volkswagen, también con una nueva fábrica en el este, en Mosel.
Mercedes, por su parte, ha ido más allá al anunciar una redefinición de su estrategia y optar por una filosofía más ajustada al mercado en lugar de la búsqueda de la excelencia a cualquier precio que, según Helmut Werner, su nuevo director ejecutivo, amenazaba con "sacarnos del mercado a causa de los precio?. Paradójicamente, las dos factorías de Opel y VW antes citadas, junto con la de Mercedesen Rastatt, son el mejor ejemplo de la aplicación del modelo japonés en busca de una mayor calidad y un aumento de la productividad.
Este último punto, el de la productividad, es ahora el que más preocupa a los fabricantes alemanes, que consideran que los salarios y las condiciones laborales tiene la culpa de su pérdida de competitividad.
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