ARCO

Las primeras horas de Arco 93, poco antes de su apertura y después de ser oficialmente inaugurada por el ministro de Cultura, hizo recuperar de momento una atmósfera de optimismo entre los expositores. La duodécima edición de la feria internacional de arte española en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo no sólo ha vuelto al recinto en el que se ha desarrollado a lo largo de casi toda su historia, sino que se ha limitado a un solo pabellón. Entre los ajustes de espacio, este año el auditorio ha sido destinado a las instalaciones de Videoarco, con lo que los habituales discursos de inauguración no tuvieron lugar. El anunciado homenaje a Joan Miró en el centenario de su nacimiento también fue víctima de la política de austeridad de la feria y se limita a una gran foto del artista y una frase recordatoria.Jordi Solé Tura cortó la cinta inaugural y recorrió la feria acompañado por la directora de Arco, Rosina Gómez-Baeza, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y de un nutrido grupo de personalidades. A lo largo de la visita se de tuvieron a saludar a algunos galeristas y expositores. En las casetas de El País semanal y Babelia, Javier Diez Polanco, director general de PRISA, y Joaquín Es tefanía, director de EL PAÍS, dieron la bienvenida a las autoridades.

Entre los presentes se encontraban los directores de los principales museos de España como Felipe Garín,, del Prado; María Corral, del Reina Sofía; Carmen Alborch, del IVAM; Tomás Llorens, del Thyssen; Rosa María Malet, de la Fundación Miró y Martín Chirino, del CAAM.

Los pasillos de la feria se fueron llenando a partir de las siete de la tarde con la llegada de numeroso público invitado, entre el que estaban artistas como Eduardo Arroyo, Eduardo Chillida , Alberto Corazón, Guillermo Pérez Villalta.

Puntos rojos

Durante las últimas horas de la tarde las galerías de arte españolas e internacionales empezaron a poner los puntos rojos junto a. las obras que iban siendo vendidas. Los precios se están moderando con la crisis y se pueden. encontrar trabajos originales desde 1.000 pesetas hasta cerca de 400 millones.

La mayoría de las galerías confía en el incipiente coleccionismo español y sus representantes manifestaban la esperanza de, que este año las ventas fueran positivas. Coleccionistas conocidos desde Mario Conde, a Alaska o Manolo Escobar, recorrían ya ayer las galerías de Arco mostrando su interés. Un grupo de cerca de veinte coleccionistas británicos también llegó yer a Madrid para asistir a la feria.