Los beneficios de una oferta restringida
La primera impresión del visitante a esta duodécima edición de Arco93, comparándola con las precedentes habidas en el mismo recinto ferial de la Casa de Campo, es que lo que se ha perdido en cantidad se ha ganado en claridad. Naturalmente, me estoy refiriendo a las impresiones globales que suscita la organización del espacio en quien recorre la feria, pues es evidente que la pérdida de algunas de las mejores galerías extranjeras que nos solían frecuentar, así como alguna ausencia de entre las locales, supone un rebajamiento de la calidad media de lo ofertado. Con todo, esta primera impresión positiva nos obliga a reflexionar y, aunque de entrada resulte paradójica, creo que tiene una explicación convincente.Por de pronto, hay algo bastante obvio al respecto: la ocupación claustrofóbica del espacio disponible, si bien se puede justificar por inexcusables imperativos de rentabilidad ferial, hace incómoda y hasta puede anular la posibilidad de una adecuada contemplación de las obras y, desde luego, su disfrute. En este sentido, con dos plantas ocupadas por galerías, una compartimentación del espacio asignado a cada firma individual mucho más generosa y diáfana, ensanchamiento de los pasillos y, en general, perspectivas bien trazadas, el visitante tiene la sensación, por primera vez, de fácticamente abarcar todo lo exhibible, así como de no estar permanentemente apurado con que si no va deprisa y corriendo seguro que se ha de perder muchas cosas.La actual restricción
Claro que, por contra, se puede objetar que esto que apunto es el consuelo del pobre, pero quien saque sólo esta conclusión puede no aprovechar quizá la lección más útil. Me explico: como quiera que finalmente el peso específico de lo que ha sustentado siempre la oferta de Arco ha recaído mayoritariamente sobre las galerías españolas y su apuesta por el segmento más juvenil y nuevo del arte local, y como la actual restricción de la oferta ha gravitado más sobre lo internacional, no sólo se difumina la impresión de las pérdidas habidas, sino que, habiéndose adoptado la decisión inteligente por parte del comité de no rebajar el nivel de exigencia para tapar los eventuales huecos, el resultado final es, desde el punto de vista crítico, muy aceptable. Lo que, sin embargo, no me atrevo a afirmar es si, además de estéticamente buena, esta fórmula es rentable para Ifema.
Otro aspecto estimulante de esta edición ha sido la actitud de la mayor parte de las galerías que han acudido. En este sentido, razonablemente se temía que un exceso de precaución ante los imponderables del presente pudiera provocar actitudes cicateras en la oferta, bien por vía de sólo apostar por lo más convencional o bien por el batiburrillo ecléctico. Pues bien, no ha ocurrido así: las galerías españolas han dado una lección admirable de confianza y, aunque es verdad que bastantes han adoptado la fórmula de selecciones colectivas, lo han hecho sin detrimento de la coherencia. Casi siempre, lo que presentan como conjunto es el reflejo real de lo que constituye su trabajo cotidiano; esto es: presentan a sus artistas y los conciertan con sentido.
Panorama provechoso
Y antes de ponemos a ilustrar con ejemplos lo, que acabo de apuntar, lo que, tratándose del repaso de lo que hay en una feria, por pequeña que sea, siempre produce lógicos escalofríos al que no tiene más remedio que hacerlo, quiero afirmar rotundamente que el visitante de Arco 93 se encontrará un panorama muy provechoso y significativo del arte español actual, que no está peor representado que en años La torre de Babelia, en Arco. anteriores. Si, por ejemplo, les digo que hay presencia abundante de obra por lo general reciente de individualidades como Eduardo Chillida, Pablo Palazuelo, A. Tápies, Eduardo Arroyo, Rafael Canogar, Juan Martínez, Genovés, Zush, García Sevilla, Campano, Sicilia y Barceló, y que, asimismo dentro de la nómina de los más célebres, exclusión hecha de los vanguardistas históricos como PIcasso, Miró, Dalí, Julio González, etcétera, que sí están presentes y no en escasa medida, se encuentran piezas de interés de muchos otros, como Brossa, Burgillos, Alfaro, Chirino, Lucio Muñoz, Ráfols Casamada, Guinovart, Gordillo, Manolo Valdés, Broto, Grau, Nagel, C. Pazos, Alcolea, Pérez Villalta, Carlos Franco, Cherna Cobo, Juan Bordes, Miquel Navarro, V. Mira, Eva Lootz, M. Miura, Susana Solano, Juan Muñoz, Jaume Plensa, A. Lamazares, Menchu Lamas, Leiro, Amat, Patiño, Perejaume, Badiola, Irazu, Juan Savater, Bados, Barbi, Carmen Calvo, A. Pascual Rodrigo, Riera i Aragó, A. Rojas, Jordi Cano, Claramunt, Lazkano, J. F. Isidro, M. Rufo, José Maldonado, Paloma Navares, Joaquín Risueño, Álvarez Plágaro, Urzay, Agredano, P. G. Romero, Alberto Corazón, R. Cabot, P. Txillida, D. Corbeira, M. Gon, I. Garay, M. J. Gómez Redondo, J. Sanleón, etcétera, nadie podrá efectivamente dudar del interés de lo que hay en esta edición ferial.
Lo agobiante de la lista anterior, aún siendo más que in completa, puede servir como advertencia acerca de que lo que se va a encontrar el visitan te de este Arco 93 no es, desde un óptica española, ni mucho menos despreciable, pero quizá aún más que esta presencia masiva de nombres de artistas locales notables haya que destacar el buen ensamblaje de los mismos y, sobre todo, la persistencia en presentar nuevos artistas. En este sentido, desde la perspectiva de la buena presentación de panoramas colectivos, es justo llamar la atención sobre lo realizado por Soledad Lorenzo, Juan de Aizpuru, Juana Mordó, Salvador Riera, Joan Prats, C. Taché, Gamarra y Garrigues, Luis Adelantado, Marlborough, Fúcares, Egam, Ángel Romero, Aele, Rafael OrtIz , Emilio Navarro, Estiarte, Siboney, Magda Bellotti, Miguel Marcos, Trinta, Masha Prieto, Berini, Edurne, J. Kresiler, A. Álvarez, Tomás March...
En cuanto a las novedades, tanto las estrictas como las relativas, y sabiendo que en esto hacer listas es mucho más aleatorio y arriesgado, no quisiera dejar de mencionar algunas sorpresas, como las de Eugenio Ampudia, Ana Laura Aláez, Dora García y la muy sensible M. J. Gómez Redondo. En cualquier caso, como corresponde a estos recorridos feriales, habrá que seguir viendo aún mucho de lo no visto, ni entrevisto, pero con la seguridad de que en esta ocasión todo permite ver mejor.
Babelia
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