"El principe Carlos cuesta mil veces más que Rushdie y no ha escrito nada de interés"
lan McEwan, que se encuentra en Barcelona para presentar su novela Los perros negros, se muestra contundente al expresar la opinión que le merecen los recientes comentarios del príncipe Carlos acerca de lo caro que resulta proteger al escritor Salman Rushdie, condenado a muerte por fanáticos islámicos. "El príncipe Carlos cuesta mil veces más que Rushdie", afirma McEwan, "y no ha escrito nada de interés. Fue muy imprudente lo que dijo, y es también un insulto, porque la vida de Rushdie está amenazada por fascistas religiosos y se merece por tanto una protección total como ciudadano británico que es".El príncipe Carlos dijo además que Rushdie no sabe escribir", continúa, "con lo que demuestra que sus opiniones sobre literatura son tan útiles como las que tiene sobre arquitectura. Y es que a él le gustaría que todas las casas de Inglaterra tuvieran el techo de paja, pero por suerte no es así...".
Singular combate
Son los comentarios del escritor que dan paso a la explica ción del proceso creativo de Los perros negros, una original novela en la que el narrador re construye las vidas de sus suegros, enfrentados en un sigular combate entre fe y razón, con Europa y la historia como telón de fondo. Un día que lan Mc Ewan paseaba con su esposa por una zona apartada del sur de Francia se cruzo en su camino con dos amenazantes perros negros. "Nos detuvimos, cogimos unas piedras y optamos por desviamos", explica. "Afortunada mente no sucedió nada, pero me interesó la reacción que tuvimos, la velocidad con que se traslada una imagen a símbolo".Pregunta Aunque en un principio Los perros negros puede parecer muy distinta de El inocente, a medida que se avanza en su lectura se comprueba que los dos libros tienen más en común de lo que parece. ¿Está de acuerdo?
Respuesta Es cierto en parte. Terminé El inocente en junio de 1989, pocos meses antes de un acontecimiento tan importante como la caída del muro de Berlín. El inocente era una novela sobre la guerra fría y Los perros negros es una novela sobre el posible futuro de Europa después de la guerra fría. Pero son libros muy distintos. El inocente era una novela más tradicional, mientras que Los perros negros es deliberadamente una novela de ideas, de reflexión. Por eso adopta la forma de unas memorias.
P. Europa, en cualquier caso, parece que es un tema que le interesa, que le preocupa.
R. No sé si me preocupa, pero me fascina la construcción de Europa, porque es un continente que engloba una paradoja. Contiene una civilización muy antigua, es la cuna de los derechos humanos y h a alcanzado un nivel sublime en las artes. Sin embargo, es también escenario en este siglo de los actos más bárbaros.
P. Los perros negros del título son todo un símbolo, ¿no?.
R. Son un símbolo para uno de los personajes del libro. En parte, la novela es sobre cómo construimos los símbolos. Para el personaje de June, los perros tienen el aspecto de mal recurrente que, desde su punto de vista, encierra cierta enfermedad cuya expresión política sería el fascismo y el racismo. Parecía que con el fin de la guerra fría varios aspectos desagradables de la historia habían desaparecido y que seríamos más libres, pero para June esos perros regresan ahora en Sarajevo o en Austria como es pectro de un ser oscuro. Como una especie de alter ego europeo que se levanta como un contraste muy fuerte sobre la Europa pacífica y unida.
P. En la novela se plantea un claro conflicto entre el racionalismo de Bernard y la fe de June.
R. Ésta es la línea más importante del libro. Repito que es una novela de ideas en la que se enfrentan fe y razón. En parte, la novela es una dramatización de mi propio agnosticismo. Hay una parte de mi en June y también en Bernhard. Otra parte de mi mismo está en el narrador, por lo que queda claro que es un libro muy meditativo. Es un intento de ver cómo se imbrican la vida personal y la historia".
P. El horror que aparecía en sus anteriores libros es distinto aquí. ¿Por algo en especial?
R. Creo que era inapropiado para este tipo de novela.
P. Los niños parecen preocuparle de un modo particular.
R. En Los perros negros, el maltrato de un niño en un restaurante es una dramatización en pequeña escala de algo que yo decribiría como el mal. Es un intento de. mirar a otro perro negro.
P. Su novela anterior, El inocente, fue un gran éxito de ventas y de crítica. ¿Está ya lista la versión cinematográfica?.
R. Está en fase de montaje y me parece que ha quedado muy bien. Es una coproducción con dinero alemán y norteamericano. Se filmó en Berlín el pasado verano, con John Schlesinger de director y con Anthony Hopkins, Isabella Rossellini y Campbell Scott.
P. ¿Ha mantenido la escena del descuartizamiento?
R. La suprimí. Creo que si ves algo así en colores y en una pantalla grande el impacto sería tal que el resto de la película no se tendría en cuenta.
P. ¿Le disgusta el alias de McAbre que le colgaron?
R. No se puede negar que en mis libros he hablado de violencia y de sexo, pero creo que mi reputación es exagerada. Son cosas que se utilizan para vender más periódicos.
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