A la sombra de las montañas de piedra
El anuncio del hallazgo de una nueva pirámide en Egipto es algo que puede sorprender, de entrada, a la mayoría de la gente, pues la imagen ideal de estos monumentos se concreta en las tres grandes moles de piedra que se alzan en la llanura de Giza. De hecho, en el Egipto faraónico se edificaron numerosas pirámides de muy distinto tamaño y factura, de las que hoy en día se conservan en torno a un centenar, si bien de algunas apenas quedan restos identificables. La construcción de una o varias pequeñas pirámides subsidarias junto a las de los faraones, como la que ha aparecido en Giza, era una práctica bastante común.En la zona arqueológica de Giza, junto a las grandes construcciones funerarias de los faraones de la IV dinastía (aproximadamente 2575-2465 antes de: Cristo) Keops, Kefrén y Micerinos, pueden verse algunas de estas pequeñas pirámides secundarias a. la sombra de sus gigantescas hermanas: tres al sur de la pirámide de Micerinos y otras tantas al este de la de Keops. De estas últimas la situada más al sur -la única atribuida con seguridad- pertenece a una de las reinas de Keops, Henutsen. En cuanto a las pequeñas pirámides; alineadas al sur de la de Micerinos, la de más al este ha sido atribuida tradicionalmente a la reina. Khamerernebty II; las otras dos están inacabadas.
El hallazgo de indicios de otras pequeñas pirámides en el área de Giza no es excepcional., En su estudio clásico sobre las pirámides egipcias (The pyramids of Egypt, 1947), 1. E. S. Edwards menciona la localización al sur de la gran pirámide de Keops de un corredor tallado en la roca y conectado con una cámara que H. Junker interpretó como la subestructura de la pirámide de una reina.
La zona monumental de Giza es un enorme yacimiento con innumerables aspectos por aclarar. Hay que tener en cuenta que no sólo Keops, Kefrén y Micerinos hicieron construir allí sus grandes pirámides -con todo un conjunto de edificaciones anexas: templos funerarios, muros, calzadas...-, sino que, rodeándolas, se encuentran numerosísimas tumbas en mastaba de funcionarios y nobles. Posteriormente, y sobre todo en época saíta, se efectuaron numerosos enterramientos en las zonas más o menos libres del área en la creencia de que la cercanía de las tres grandes pirámides beneficiaba a los muertos.
El hallazgo de la nueva pirámide, aunque casual, se inscribe en el marco de los actuales trabajos de adecuación, dignificación y potenciación del conjunto monumental de Giza, muy castigado por el turismo de masas. De la importancia del descubrimiento da buena fe el entusiasmo de Sahi Hauas, considerado uno de los más sólidos especialistas egipcios. El egiptólogo catalán Josep Padró, consultado por este diario, ha subrayado que no es extraño encontrar restos de pequeñas pirámides en Giza o Sakara, pero "si realmente se tratara de una pirámide dedicada al culto el hallazgo podría calificarse de excepcional".
Babelia
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